Sobre la nueva explosión sucedida en el municipio de Tultepec, en el mercado de Pirotecnia, que ha cobrado decenas de muertos y casi un centenar de heridos, al respecto decimos:
Que lamentablemente, pareciera ser que parte de la tradición de la fabricación de Pirotecnia por parte de los artesanos y habitantes del municipio de Tultepec en el Estado de México, incluye las explosiones y los muertos, cada determinado periodo de tiempo, lo cual no puede ser aceptable.
Frente a esto, observamos cómo las autoridades de todos los niveles “lamentan lo sucedido”, pero actúan en realidad como si fueran miembros de una orden religiosa dedicada a la vida contemplativa, no estando como autoridades a la altura de las circunstancias.
Frente a la terrible tragedia sucedía en Tultepec, las autoridades tienen dos caminos. Uno, hacer lo de siempre, simular respuestas y que no pase nada, y que dentro de un tiempo, como sucede siempre en Tultepec, haya una nueva explosión con decenas de muertos, como en todos los casos.
El otro camino es más complejo, y es que en vez de simular tomen medidas de fondo, como prohibir la fabricación de pirotecnia en Tultepec.
En ese caso, se encontrarán con el dilema de generar fuentes de trabajo para resolver de que vivirá el pueblo de Tultepec entonces a partir de ahora. Una disyuntiva que si miramos la historia humana se verá que seguramente se puede resolver. Lo que no se puede aceptar es que los habitantes de Tultepec sigan muriendo cada cierto periodo, prácticamente en masa, por eventos de esta naturaleza.
Desde la Fundación Conciencia y Dignidad hacemos un llamado a las autoridades, comenzando por el Presidente Enrique Peña Nieto y siguiendo por el Gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, para que actúen a la altura de las circunstancias, y prohíban toda fabricación de pirotecnia en Tultepec y en el resto del país, y prioricen de esa forma la protección de la vida de las personas, antes que cualquier actividad lucrativa o interés.
Lo que sucede con los muertos por la pirotecnia en Tultepec, es igual a lo que sucede con los dobles remolques, en donde el Gobierno Federal prioriza el interés económico sobre la seguridad y la protección de la vida de las personas.
Lo menos que se puede decir frente a esto es que estamos ante una clase política que no está a la altura de las circunstancias.
Queremos también enviarle a los familiares y seres queridos de las víctimas de esta tragedia, nuestro más respetuoso pésame.