“El nombramiento de los responsables de la fiscalización pública en la entidad debe ser ejemplar y no reproducir vicios del viejo régimen”, aseguró.
Tras reconocer que al interior de MORENA “aún no hay consenso”, llamó a privilegiar el diálogo entre las fracciones políticas del Congreso del Estado.
Solo a través del diálogo y el consenso podremos lograr que la designación de los nuevos titulares del OSFEM y la Contraloría del Poder Legislativo contribuya al avance democrático del Estado de México, para dar inicio a una transformación real y profunda en materia de combate a la corrupción.
Así lo dijo en entrevista el diputado de MORENA, Gabriel Gutiérrez Cureño, quien consideró que el nombramiento de los responsables de la fiscalización pública en la entidad debe ser ejemplar y no reproducir vicios del viejo régimen.
“En nuestra entidad, la fiscalización y rendición de cuentas de los poderes y los Ayuntamientos deben ser ejercidas por organismos que se integren y caractericen por su independencia, imparcialidad, objetividad, legalidad, justicia y transparencia, tal y como se exige al resto de las funciones públicas, tarea que hoy impulsa el Presidente Andrés Manuel López Obrador”, dijo.
El representante popular aseveró que se requiere del consenso de toda la Legislatura mexiquense, principalmente en el grupo parlamentario mayoritario, “a fin de lograr designaciones que garanticen la transformación del viejo régimen de control político en uno totalmente renovado, donde impere la justicia y el Estado de Derecho*.
Sin embargo, Gutiérrez Cureño reconoció a pregunta expresa que al interior de la fracción política de MORENA *aún no hay consenso” en este sentido.
*Legisladores, alcaldes, consejeros, dirigentes estatales, regionales y militantes de MORENA rechazamos cualquier pacto que pretenda impunidad y control de los órganos fiscalizadores a favor de facciones o grupos de poder, no toleramos el secuestro de las instituciones, con el fin de empoderar intereses personales o de grupo”, recalcó.
El legislador mexiquense recordó por último que “los acuerdos cupulares al estilo del Pacto por México solo propiciaron excesos y corrupción al amparo de la función pública, por fortuna, fueron sancionados democráticamente por el voto de los electores y hoy están siendo procesados judicialmente”.