Es necesario que la antropoentomofagia o consumo de insectos sea preservada y difundida como parte importante del patrimonio gastronómico del Estado de México, consideraron, en la Facultad de Turismo y Gastronomía de la Universidad Autónoma del Estado de México, los investigadores Beverly Ramos Rostro, José Manuel Pino Moreno y Julieta Ramos-Elorduy.
Al dictar la ponencia “Insectos comestibles del Estado de México: extracción, taxonomía, gastronomía, comercialización y valor nutritivo” subrayaron la importancia de conservar las diversas formas en que los insectos se consumen en nuestro país desde hace siglos.
Ante alumnos, académicos e investigadores, Ramos Rostro –egresada del Centro de Investigaciones y Estudios Turísticos de la Máxima Casa de Estudios mexiquense-, Pino Moreno y Ramos-Elorduy propusieron el desarrollo de productos innovadores y atractivos al paladar, en los cuales los insectos puedan ser usados como el ingrediente principal.
Agregaron que existen estudios que han probado la importante composición nutrimental de los insectos, materia prima de excelente calidad y dignos de tomarse en cuenta en las investigaciones gastronómicas mexiquenses.
El consumo de insectos, dijeron, es cotidiano en diversas comunidades del Estado de México, porque está relacionado con la estacionalidad y abundancia de cada insecto y es una práctica heredada de los antepasados.
Los especialistas explicaron que la antropoentomofagia subsiste, pero como consecuencia de la urbanización, los ritmos de vida acelerados y diversos cambios en los hábitos alimentarios, su existencia está en peligro, a pesar de la importancia que tiene dentro del patrimonio gastronómico de México.