Sin lugar a dudas, el Estado de México es referente y caja de resonancia en los procesos electorales de nuestro país. A menos de diez meses de que se lleve a cabo otra jornada electoral en nuestra entidad mexiquense, donde renovaremos el Congreso Local y la totalidad de ayuntamientos, han surgido voces que solicitan un blindaje para que no se utilicen recursos y programas de gobierno para evitar un uso electoral de los mismos. Ante ese reclamo, estamos listos los mexiquenses, además que hay marco legal nuevo para ello, también hay trabajo partidista y voluntad para hacer cumplir los principios básicos que demanda el proceso democrático estatal.
Como es sabido, el comportamiento electoral es distinto en elecciones locales y federales, en el horizonte para nuestra entidad estarán en juego el primer domingo de junio del 2015, todo el Congreso Local y los 125 Ayuntamientos, además de las Diputaciones Federales. Para dicho proceso electoral, los mexiquenses asistiremos a las urnas con un nuevo marco legal, pues no podemos perder de vista que el año pasado se modificó la legislación. En materia de fiscalización, el árbitro electoral supervisará los recursos de partidos y candidatos; antes la tarea correspondía a la Unidad de Fiscalización del extinto Instituto Federal Electoral, hoy el Instituto Electoral Nacional (también surgido de la Reforma Electoral 2013), será responsabilidad de un cuerpo colegial que estará integrada por cinco consejeros, dicha Comisión deberá apoyarse en una unidad técnica. Asimismo, se contempló el monitoreo de los gastos de todos los candidatos. La ventaja en ese sentido es que se reducirá el tiempo de revisión de los informes a aproximadamente en un promedio de casi un mes. Así será más rigurosa la fiscalización de los gastos. Por otro lado, el financiamiento será administrado por el INE y será calculado con base a los sufragios emitidos con anterioridad; sin embargo asistirán nuevos competidores a los cuales se les otorgó en días pasados su registro.
Cabe señalar que el Consejo General del Instituto Electoral del Estado de México aprobó en su presupuesto para el 2015, más de 2 mil 507 millones de pesos, que no es suficiente para algunas voces. Sin embargo, para esas voces que todo lo ven en recursos económicos, dejan de lado el trabajo partidista, el quehacer público de los congresistas y de las actividades gubernamentales en bien de todos los ciudadanos, pues ser gobierno es trabajar para todos, sin distingo partidista. Pero esas tareas serán reflejo en las urnas, cuando asistan los electores.
Blindar, las elecciones, es tarea de todos. La democracia es una tarea inacabada. Para los derrotistas que ven en sus fracasos electorales, el uso de programas y recursos públicos, es sin duda un argumento fuera de todo lugar. Tenemos marco legal y hay instancias a las cuales recurrir. El blindaje, es también la observación del ciudadano de a pie, por reivindicar las cuestiones que le atañen: gestión económica, los problemas medioambientales, la seguridad o la comunicación; hoy tenemos canales (como este), para manifestar que la participación electoral está abierta al escrutinio del quehacer cotidiano y que será en las urnas su mandato político. Es decir, contamos con la mejor arma al momento de sufragar que nos da la posibilidad de fiscalizar el quehacer gubernamental.
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