Parece ser que es todo un lema electorero la discusión sobre el aumento o desaparición de los salarios mínimos y las basificaciones en áreas de gobiernos locales. Sin embargo para los trabajadores del municipio de Toluca, es una realidad, así lo dio a conocer la presidenta municipal Martha Hilda González Calderón quien anunció incrementos salariales para los trabajadores de dicho ayuntamiento.
El anuncio se recibe como una buena noticia porque está acompañado de acciones congruentes para mejorar las condiciones laborales, tan sólo en el presente ejercicio fiscal se realizaron obras públicas, con 672 millones de pesos; en servicios públicos, con una inversión histórica de 420 millones de pesos, y en seguridad pública, con 401 millones de pesos. Donde el gasto corriente disminuyó en 40.6%, como producto de la optimización de los recursos. A ello habría que sumar el incremento de nuevas plazas en áreas operativas de seguridad pública y vial, con la integración al cuerpo de policías de 150 elementos de vialidad y seguridad, así como de personal de servicios públicos, para, como lo señaló la encargada de la administración local “haya más manos trabajando para la ciudadanía”.
Esto refleja que lo anunciado está acompañado de políticas públicas viables y serias. Esta ha sido una asignatura pendiente y celebramos que sea en el orden de gobierno más cercano a la gente, como el municipio donde se inicien estas medidas. Atrás debemos dejar que lo para que se confundan con discursos electoreros, que no dejan más que un tufo discursivo de aquel Estado paternalista que tanto cimbró al país.
Hoy en día vemos como hay una visión de un Estado eficaz por parte del Gobierno Federal, ahí están como una hoja de ruta las reformas de gran calado. Y nuestro querido municipio va en dirección a ese sendero. En la pasada entrega señalaba al municipio como la célula del Estado y en ese contexto no habría que ser tan sórdidos de negar las evidencias y reconozcamos lo útil que para nuestra sociedad y economía han sido y son las políticas sociales implementadas por gobiernos tan eficaces como el Toluca. Es necesario que el municipio actúe para paliar los efectos de las crisis globales, incluyendo a la de credibilidad en nuestras instituciones, pero sin la excesiva intervención en la actividad económica y la fe ciega del paternalismo que en el pasado nos llevó a las crisis recurrentes.
Por tanto hay que poner todo el énfasis en políticas públicas que incentiven la inversión que son las creadoras de empleos. Si bien el debate del salario mínimo reditúa en reflectores, no podrá hacerse con la simple voluntad, por ello es necesario que se acompañe de instrumentos reales, que sí redunden en beneficio de la sociedad. Hoy nuestro municipio nos da un ejemplo de cómo basta una medida de política realizable e instrumentos efectivos que lo acompañen. Estamos ante una decisión que no resultará en beneficios electorales como es el interés de otros funcionarios, sino ante políticas que privilegian a la gente, al municipio, a sus trabajadores y estos son verdaderos incentivos para el sentido de pertenencia, además de demostrar que sólo se requiere de voluntad para que sean una realidad. Comencemos con ajustar a su dimensión las tareas ejercidas, con esto estaremos en condiciones de valorar las acciones de gobierno.
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