El dinero presupuestado para las obras secundarias que se proyectan para el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) que recibirá anualmente 125 millones de personas, debe priorizar al servicio de transporte público y no a más vialidades elevadas, afirmó la diputada local Laura Ballesteros.
La legisladora independiente puntualizó que el 77 por ciento de los viajes que se hacen a la actual terminal aérea se realizan en vehículo particular, y si esta tendencia se replica para el nuevo aeropuerto al que llegarán 125 millones de pasajeros al año, “la transportación en la zona oriente colapsará si se mantiene el patrón de infraestructura orientada al automóvil.
“De no invertir en un nuevo modelo de transporte para la Ciudad, en seis años, la creación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México provocará graves afectaciones en la movilidad de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) con el aumento de 12 millones de automóviles según cálculos de Embarq México”, señaló.
Celebró que las autoridades de Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México estén analizando con autoridades del DF y el Gobierno Federal, la construcción de dos nuevas líneas de metro que lleguen hacia la nueva terminal, sin embargo, dijo que la accesibilidad a los aeropuertos globales desde su contexto urbano se mide por tiempo de viaje y no por líneas de metro construidas como ha sido el caso hasta ahora en México.
“Aeropuertos de nueva construcción, tales como el de Hong Kong han logrado un modo de acceso mediante transporte público de más de 70% de sus llegadas, cifra inversa en el AICM, en Hong Kong lo logran con una conexión rápida y directa desde el centro y otros puntos a través de la línea Airport Express que es parte de la red MTR, la red de transporte masivo de Hong Kong. El tren corre a 130 Km/hora por lo que la distancia de 35.5 kilómetros para ir del centro de Hong Kong al aeropuerto solo toma 24 minutos. Esas son las obras que necesitamos”, explicó.