El atraso en obras de remodelación y mantenimiento de mercados; la falta de interés de algunas jefaturas delegacionales para acelerar los trabajos de reconstrucción; las reubicaciones temporales de locatarios sin fecha definida y sin apoyos económicos, han provocado que los comerciantes de centros de abasto popular de la Ciudad de México no puedan desarrollar su actividad y con ello registren perdidas económicas elevadas.
Ante tal situación, el Diputado Rubén Escamilla, Presidente de la Comisión de Abasto y Distribución de Alimentos en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, exhortó a las jefaturas delegacionales en Miguel Hidalgo, Gustavo A. Madero y en Cuauhtémoc a presentar respectivos informes de las obras por contrato y administración realizadas en 2014.
A pesar de las partidas presupuestales que se han asignado a las diferentes delegaciones, tanto por la ALDF como por parte de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) se ha detectado que los locatarios han expuesto sus inquietudes y problemáticas por las que atraviesan como lo es en el caso del mercado Escandón, en donde en una visita realizada como parte de un punto de acuerdo aprobado por el pleno de ésta VI Legislatura, se comprobó el atraso en la obra y la falta de interés por parte de las áreas responsables en la jefatura delegacional de Miguel Hidalgo, hecho que quedó en constancia por parte de la Sedeco y la Comisión de Abasto y Distribución de Alimentos.
Otro caso es el referente al mercado Beethoven en la delegación Cuauhtémoc en donde se detectó que el retraso para poder llevar a cabo obras de mantenimiento causadas por un desastre natural, ha provocado inseguridad en los comerciantes ya que no pueden realizar sus actividades de manera eficaz y eficiente, registrándose a diario pérdidas económicas elevadas.
En un caso similar, persiste la problemática del mercado Villa Zona 81 en la Gustavo A. Madero que enfatiza sobre un reubicación temporal a un mercado denominado “Ferroplaza”, misma que ha sido entregada al comercio informal, no obstante que los ocupantes exponen que no se les otorgaría ningún apoyo económico durante el tiempo que dure la ubicación temporal, por lo que al realizar esta acción podría existir un menoscabo en su clientela y consecuentemente al decrecer su nicho de mercado se vería mermado el ingreso económico que puedan percibir los comerciantes.