Tesoros del metro capitalino

Labastida-metroweb

Este 4 de septiembre el Metro de la Ciudad cumple 47 años de haber sido inaugurado y a tres de conmemorar su cincuentenario resulta fundamental exhortar a las autoridades capitalinas a que destinen recursos para proteger los tesoros que el Metro capitalino posee en custodia.

A partir de aquella mañana del 17 de junio de 1967, en la que se iniciaron formalmente los trabajos de construcción de la línea 1 en la calle de Arcos de Belén y el Paseo de Bucareli, en los diferentes frentes de trabajos de las tres primeras líneas, durante las excavaciones resurgieron reveladores vestigios de nuestro pasado azteca, colonial y decimonónico, fielmente rescatados y resguardados por los expertos que el Instituto Nacional de Antropología e Historia destinó para garantizar la preservación de cada prodigioso hallazgo.

Cabe señalar que entre 1970 y 1995 se ubicaron 13 esqueletos de mamut -uno de ellos se exhibe en la estación Talismán- y en la de Balderas se localizó el vestigio más antiguo de la presencia del hombre en la Ciudad, un cráneo con más de 11 mil años de antigüedad.

Los descubrimientos más numerosos se vinculan al pasado azteca de México-Tenochtitlan, destacando el montículo dedicado al numen del viento Ehécatl, cuyo encuentro obligó a los ingenieros y arquitectos a replantear el diseño de la estación Pino Suárez a fin de convertir dicho monumento en el eje articulador de la correspondencia entre las líneas 1 y 2.

El mismo diseño arquitectónico y construcción de algunas de sus estaciones, forman parte indiscutible del patrimonio artístico de la Ciudad, tales son los casos de Insurgentes, Candelaria, San Lázaro, Chapultepec y Zaragoza, improntas urbanas que, a pesar de adecuaciones o alteraciones, no han perdido su enriquecedora riqueza conceptual.

Fiel al legado del muralismo mexicano, el Metro de la Ciudad de México cuenta con una de las más importantes muestras de este arte monumental, destacando la obra de Arturo estrada, Guillermo Ceniceros, Arturo García Bustos o Rafael Cauduro, por mencionar a algunos artistas plásticos, así como con el extraordinario trabajo de reproducción de murales de civilizaciones originarias elaborados por la maestra Rina Lazo en la estación Bellas Artes.

Aunado a todo ello, el Metro dispone de uno de los más importantes acervos especializados, tanto el conformado por los manuales originales de operación como esa maravillosa colección de acuarelas -obra del maestro Martínez Navarrete- fotografías y planos que requieren urgentemente ser resguardados en condiciones óptimas para su preservación, como constancia del desarrollo de la construcción y operación de un Sistema que revitalizó la movilidad metropolitana.

A efecto de concretar la máxima del asceta español Francisco Arias, la ALDF exhortó a las autoridades a despertar el cuidado de esos tesoros para con ello avivar la memoria de esta maravillosa Ciudad-Capital.

Follow Us on Social

Most Read