Jefe Vulcano, la flameante vida del héroe más querido de la CDMX

México, 24 de mayo de 2022 - Raúl Esquivel “Jefe Vulcano”, ex director del Heroico Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de México,

falleció este 24 de mayo después de varios días en los que lo reportaron delicado de salud, debido a un tumor intestinal por el que fue operado el 9 de mayo. Así lo informó su hija a través de la cuenta de Twitter @Raul_Esquivel_C.

Con su distintiva frase de “vamos para allá” que escribía cada que había un reporte para los bomberos, el “Jefe Vulcano” se hizo popular en redes sociales, específicamente en Twitter, consolidando de esta forma una larga y productiva carrera de apoyo a la ciudadanía en medio de incendios, temblores y otros desastres ya sea naturales o provocados por los chilangos.

El inicio de una vida entre las llamas

El “Jefe Vulcano” nació en el municipio de Ecatepec, Estado de México. Desde niño siempre se sintió atraído por el fuego y desde sexto año de primaria tomó lecciones de mecánica automotriz, llevándole a estudiar dicha carrera y a comprar refacciones frente a las instalaciones del Heroico Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de México.

Nunca pensó en ser bombero, pero siempre que caminaba cerca de la corporación leía un letrero que decía “Hay vacantes”, por lo que un día sintió curiosidad y preguntó los requisitos. Pasó las pruebas físicas y médicas y al siguiente día siguiente, un 1 de agosto de 1969, ya se encontraba trabajando como mecánico en la estación

Gradualmente, el oficio empezó a atraparlo más allá del taller de reparación, así que pidió que le asignaran otro tipo de actividades en la calle y las hizo con tanto agrado, que acogió el oficio de bombero o vulcano —como también se les llama en honor al dios romano del fuego— para siempre.

Las tragedias que marcaron su vida

En entrevistas, Raúl Esquivel dio fe de algunos sucesos que marcaron su vida por completo.

Uno de ellos fue en 1985, cuando trabajó en los servicios de rescate del sismo. Durante ocho días sin descanso, ayudó a rescatar mucha gente de las torres de Pino Suárez, el edificio Nuevo León y el Hotel Regis. Su objetivo era salvar personas y resguardar a las familias, lo que le costó tres días sin probar bocado.

El incendió la fábrica de velas La Mexicana, también tuvo un gran impacto en su vida. Él estaba a cargo de la operación y la estructura se estaba venciendo a causa del calor. De pronto el techo se desplomó quedando atrapado entre los escombros ardientes impidiéndole caminar.

Al Jefe le entró cera hirviendo dentro de las botas. Se le quemaron los pies y una parte de las piernas. Tuvieron que injertarle tejido de otras partes de su cuerpo, pero pudo recuperarse pronto.

Otro incendio que marcó también su vida, fue el de San Juan Ixhuatepec en 1984, mejor conocido como “Las explosiones de San Juanico”, en una de las plantas de Petróleos Mexicanos (Pemex), que provocó la muerte de entre 500 y 600 personas y 2 mil heridos.

Durante poco más de 50 años de servicio, el “Jefe Vulcano” coordino el traslado de bomberos a Canadá y Japón cuando se solicitó para mermar incendios; atendió las emergencias capitalinas durante los sexenios de Vicente Fox, Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto; estuvo a cargo del protocolo de seguridad de las visitas del presidente estadounidense Barak Obama, de cientos de desfiles, de miles de contingencias por inundaciones, encharcamientos y choques.

Por eso y más será recordado por los chilango con cariño.

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