Debe erradicarse violencia de género que sufren mujeres con discapacidad

En México, ocho de cada diez mujeres con discapacidad ha vivido algún tipo de violencia por parte de su novio(a), esposo(a) o pareja sexual,

es decir, prácticamente el 80 por ciento de la población femenina con discapacidad se ve sometida a condiciones de violencia en pareja, según datos de la primera Encuesta Nacional Sobre la Violencia Hacia Mujeres con Discapacidad en Pareja realizada por el Centro Interdisciplinario de Derechos Infancia y Parentalidad AC (CIDIP) y el Instituto de las Personas con Discapacidad de la Ciudad de México (Indiscapacidad).
La violencia a las que son sometidas las mujeres con discapacidad no sólo es física, sino también implica violencia psicológica a través de amenazas encaminadas a dañar a sus hijos o su familia, a quitarles a sus hijos, a abandonarlas, a internarlas en un hospital psiquiátrico o a matarlas, esta situación debe detenerse y brindar a todas las mujeres con discapacidad una vida libre de cualquier tipo de violencia, enfatizó la Comisionada Política por el partido del Trabajo en la CDMX, Magdalena Núñez Monreal.
La primera Encuesta Nacional Sobre la Violencia Hacia Mujeres con Discapacidad en Pareja, arrojó que sólo el 10 por ciento de las mujeres violentadas se atreve a denunciar a su pareja y el 90 por ciento prefiere continuar viviendo una situación de maltrato, por temor.
“La vulnerabilidad es mayor al tener una discapacidad que impide detener al agresor. Las amenazas hacen de la violencia psicológica una violencia invisible que es más difícil de detectar por no tener evidencia del maltrato físico. El temor a no contar con el apoyo para su desplazamiento fuera del hogar, para conseguir sus medicamentos, para asistir al médico u hospital, hacen que el agresor presione a su pareja con discapacidad a acceder a todas sus peticiones.
“Es necesario garantizar que este sector de la población, no se sienta aún más vulnerable y tenga completa certeza de que al acudir a las instituciones de asistencia social y de procuración de justicia, les darán apoyo y seguridad para enfrentar a sus agresores, sin temor de que estos puedan llevar a cabo sus amenazas”, abundó la legisladora petista.
En el PT, continuó, “estamos trabajando para proponer e impulsar políticas públicas integrales encaminadas a la visibilidad, la inclusión y la defensa de los derechos humanos de todos los grupos vulnerables, entre ellos de la población con discapacidad y en específico de las mujeres con discapacidad quienes tendrían que vivir en una sociedad equitativa, con libertad y seguridad”.
La primera encuesta sobre violencia que el CIDIP difundió proporciona datos duros que son una guía sobre la problemática que vive la población femenina con discapacidad. Por ejemplo, la encuesta arrojó que el 55.2% de las mujeres con discapacidad tienen trabajo y que el 9.2 por ciento depende de su pareja económicamente, el 6.1 por ciento se mantiene a través del apoyo del gobierno, el 5.8 por ciento, lo hacen debido a que cuentan con una pensión o jubilación y el resto lo hace por otros apoyos como becas académicas o deportivas.
“Garantizar que la población con discapacidad acceda a fuentes de empleo, es también otro aspecto que está pendiente y en el que hay que trabajar, para que se empoderen y la inclusión, que es un tema que la administración actual tiene en la mira, siga incrementando y permeando todos los ámbitos de la vida social, política y económica del país”, añadió la legisladora.
La encuesta referida, expuso que la población femenina con discapacidad también es violentada en su economía patrimonial, el 40 por ciento de la población encuestada señaló que su pareja (actual o pasada), controló su dinero. De este porcentaje el 14 por ciento su pareja usó su dinero o su tarjeta sin su consentimiento, el 8 por ciento no le dejaban decidir sobre los gastos de su casa o hacer gastos sola, el 7 por ciento no le daban dinero para gastos del hogar, el 6 por ciento no las dejaba trabajar o estudiar y el 3 por ciento tenía que entregar su dinero a su pareja.
“Es imperante que las mujeres con discapacidad alcancen la autonomía económica, eso hará que no dependan de su pareja y una parte del temor que tienen a ser abandonadas a su suerte no las paralice. Asimismo, hay que trabajar en las redes de apoyo, desafortunadamente muchas mujeres con discapacidad no cuentan con ellas y eso favorece que su agresor abuse.
“El camino que tenemos que recorrer al lado de las personas con discapacidad es largo, sobre todo, porque aun cuando la problemática que viven siempre ha existido, los estudios, las encuestas y todo aquello que nos ofrezca un panorama para conocer todas sus necesidades apenas se está elaborando. Sin embargo, esa no es una excusa, sino un motivante para buscar mecanismos que nos ayuden a actuar lo antes posible para resolver el problema al que se enfrentan”, finalizó Núñez Monreal.

 

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