Es lamentable que el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, haya sido “chamaqueado” por los concesionarios de microbuses quienes primero le exigieron aumento en el pasaje y luego se comprometieron a mejorar las unidades y el servicio.
Lo anterior fue señalado por personas de la tercera edad y Emilio Serrano presidente de la Revolución Blanca, al manifestarse frente a las oficinas del gobierno capitalino y de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
Mostraron su descontento ante tal negociación, dijeron y aseguraron que el aumento es un duro golpe a nuestros bolsillos, somos un sector que ya no tiene un trabajo fijo, que necesita trasladarse al doctor y otros tantos que su único ingreso es alguna pensión, misma que ahora se ve nuevamente debilitada con el costo del pasaje.
El ex diputado federal, Serrano Jiménez explicó que las decisiones se toman en territorio y no tras un escritorio, por lo que invitaron cordialmente a Miguel Ángel Mancera, a que junto con las personas de edad avanzada, realicen un recorrido en el paradero o ruta que elija jefe de gobierno, para que constante personalmente el estado que guardan y el servicio que brindan los “ataúdes rodantes”.
Dijeron que seguramente al primer accidente que ocurra con un microbús, las autoridades de Transporte y el gobierno capitalino saldrán con la misma consigna “mano duro contra los microbuseros” y exigirán que se indemnice a las víctimas, cuando lo más lógico es que primero prevengan y luego lamenten, pues ningún dinero compra una vida humana, señalaron los integrantes de la Revolución Blanca.
El dirigente de la Revolución Blanca, subrayó que cualquier capitalino y no se diga para las personas de la tercera edad, resulta toda una odisea subirse a una de esas unidades de transporte colectivo, pues se puede ver a jóvenes tripulando microbuses en mal estado, haciendo paradas en medio del arroyo y con música alto volumen.
Quien haya vivido esa experiencia y se haya atrevido a reclamarles a los conductores la forma en que manejan, sabe que las respuesta es “si no le gusta, bájese”. Añadieron los adultos mayores quienes pidieron que en verdad haya una autoridad que “meta en cintura” a este servicio de transporte colectivo concesionado.