Cerca del Ángel de la Independencia, en el centro de la Ciudad de México, un hombre carga una cruz de madera, que en la parte superior tiene una cartulina donde se leen las siglas: CNTE.
Vestido con una túnica blanca con pintura roja, el integrante de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación se ubicó al frente de la manifestación que inició a las 10:30 horas (local) en las inmediaciones del Auditorio Nacional, donde se reunieron docentes y otros grupos sociales, como el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
Al frente de la manifestación, el hombre realizó un víacrucis por Paseo de la Reforma, al tiempo que otro manifestante vestido con una capucha de verdugo, con las siglas de los principales partidos políticos en México (PRI, PAN y PRD), lo azotaba.
Los profesores de Michoacán, Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Distrito Federal avanzaron con el grupo hasta la sede de Senado, custodiado por policías y rodeado de vallas metálicas, donde realizaron un mitin en el que aprovecharon para pasar lista de asistencia.
"El primero que tiene que ser evaluado debe ser el presidente" y "tengo coraje, por eso protesto, únete y resiste" fueron algunas de las consignas durante la protesta, en la que los manifestantes gritaron "arrastrados" a un par de opositores a su movilización.
La última parada fue la Segob, donde el integrante de la CNTE representó una crucifixión. Ahí, los líderes magisteriales dieron un mensaje y, posteriormente, una comisión negociadora entró a las instalaciones para dialogar con funcionarios.
"Exigimos un diálogo directo con el presidente de México, Enrique Peña Nieto", dijo Francisco Bravo, líder de la sección novena de la CNTE. Mientras otros líderes exigieron al presidente mexicano vetar la reforma educativa.
Los dirigentes magisteriales calificaron su "megamarcha" como "histórica" y amenazaron con más manifestaciones, hasta que las autoridades acepten sus demandas.