Como parte de su política “Cero basura”, el Gobierno del Distrito Federal (GDF), transformó el Mercado de Trueque al hacerlo “itinerante” y con ello logró recaudar -tan solo en ocho domingos- más de 107 mil 889 kilogramos de material susceptible de ser reciclado para diversos ámbitos como la industria del vestido (a través del PET) y otras materias primas como el aluminio,
el papel y cartón.
Tras enfatizar que en la Ciudad de México se producen 12 mil 664 toneladas diarias de estos residuos en promedio, el Jefe de GDF Miguel Ángel Mancera, ha girado instrucciones a la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), que encabeza Tanya Müller, para reforzar políticas públicas que busquen crear conciencia entre los ciudadanos sobre la disposición responsable de los residuos sólidos, de ahí la importancia que se ha dado para invitar a los capitalinos cada segundo domingo de mes, a fin de que acudan a los centros definidos por esta dependencia y -a cambio de hortalizas o plantas de ornato- entreguen sus materiales para reciclar.
Cifras oficiales precisan que estos desechos son producidos por más de 8.8 millones de habitantes -sin incluir a la población flotante que ingresa todos los días de los municipios conurbados de la Zona Metropolitana- y de este total, más del 40 por ciento es basura orgánica susceptible de ser procesada y convertida en composta; otro 30 por ciento tiene potencial de reciclaje, de ahí la necesidad de reordenar en el manejo de los residuos.
De esta manera, el Monumento a la Revolución, el Bosque de Chapultepec, San Juan de Aragón, las explanadas delegaciones de Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc, así como Villa Olímpica, en Tlalpan, se transforman en receptores de botellas de refresco y todas las elaboradas a base de PET; envases de Tetrapack, cajas de cartón, latas de aluminio e incluso aparatos electrodomésticos, los cuales pueden ser cambiados por: Verduras, legumbres, quesos, dulces, e incluso cuadernos (hechos a base de material reciclado), fruta, carne, y mole, entre otros productos elaborados por 40 horticultores originarios de las delegaciones Milpa Alta, Xochimilco y Tláhuac, quienes -a través de esta nueva dinámica- obtienen recursos y amplían la cadena productiva y económica de la ciudad.