Al rememorar el 60 Aniversario del Sufragio Femenino, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, anunció que a través de la Secretaría de Desarrollo Económico local, se trabaja ya en lo que será el Programa de Empoderamiento Económico de la Mujer con el cual, se crearán los incentivos necesarios para que las capitalinas emprendan sus propias empresas y se integren cada vez más a la actividad económica de la ciudad.
En el patio del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, el Ejecutivo local señalo que se seguirán promoviendo las políticas públicas que respalden el desarrollo de la mujer y sus derechos, así como la participación igualitaria en los ámbitos público y privado y, de manera concreta, en el político.
Se giró instrucciones a la Consejería Jurídica y de Asuntos Legales del Distrito Federal para que inicie los trabajos necesarios a fin de establecer los lineamientos de una “Licencia de Paternidad Responsable”, iniciativa que buscará otorgar a los padres, un plazo de 15 días para estar con sus hijos recién nacidos y contribuir a las tareas que las mujeres realizan.
Se trata, sostuvo el mandatario, de que los logros, defensas, planteamientos y la voz de las mujeres en la toma de decisiones, sea reconocida en todas las esferas sociales, nacionales e internacionales.
“La voz de la mujer ha encontrado eco en esta ciudad. El verdadero reconocimiento y prestigio que ha ganado la ciudad en diversos foros nacionales e internacionales, es directamente atribuible a las mujeres de esta capital, yo las reconozco por su valor, por su decisión, por su profesionalismo, su capacidad de convocatoria, la capacidad de proyección, por todos los atributos que tiene ya por sí la mujer, ya solo por el hecho de ser mujer; pero además, por el hecho de estar participando comprometidamente con la Ciudad de México”, expresó.
En su momento, la directora del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal, Beatriz Santamaría Monjaraz, señaló que es claro que la lucha de este sector de la población ha cambiado, pues ya no se trata del voto solamente, sino de la participación plena de las mujeres en lo político, lo social, cultural y económico; “colocar la igualdad de género como un aspecto y objetivo central de la agenda pública es una razón de justicia y equidad social, pero también es un signo de democracia”.
Si bien se han dado progresos notables en México dado que la representación de las mujeres es visible en los espacios de toma de decisión, no así puede hablarse de la paridad, porque -por ejemplo- la participación de las mujeres en el Parlamento es inferior a la mitad: Ellas representan solo el 33 por ciento en el Senado y 37 por ciento en la Cámara de Diputados.