El 19 de agosto la reforma educativa comenzó a aplicarse en la mayor parte del territorio nacional con el reacomodamiento del calendario escolar, por que 25 millones de niños y estudiantes regresaron a clases, excepto 2 millones de alumnos de Oaxaca, Michoacán y Chiapas debido a que sus profesores iniciaron un plantón en el Zócalo.
Sin embargo, maestros disidentes congregados en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) inició sus protestas en la capital desde el 9 de mayo manifestándose por Paseo de la Reforma, secuestrando la Secretaría de Educación Pública y las Cámaras Legislativas.
En tanto, Cerca de 20 mil maestros provenientes de Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán llegaron a la plancha del Zócalo capitalino. Ese mismo día comenzaron las movilizaciones y los profesores se manifestaron frente a la Cámara de Diputados para después dirigirse a la Plaza de la Constitución.
El 20 de agosto por la noche, a sólo un día de haber llegado a la Ciudad de México, profesores adscritos a la Sección 22 de la CNTE ingresaron a San Lázaro, donde se enfrentaron con granaderos, retuvieron a siete policías federales e incendiaron un automóvil, debido a que la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos aprobó con 19 votos a favor, una abstinencia y la ausencia de ocho diputados de izquierda, los dictámenes de las leyes secundarias a la reforma provocando que el movimiento magisterial fuera vigilado las 24 horas del día.
Días después, el 23 de agosto la disidencia magisterial logró tomar los principales accesos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), creando un caos vehicular al oriente de la capital logrando el inicio del diálogo con autoridades de Gobernación.
Ese mismo fin de semana, el Gobierno del Distrito Federal anunció el cambio en la ruta del Maratón Internacional de la Ciudad de México, que se llevó a cabo el 25 de agosto, para evitar brotes de violencia, según Miguel Ángel Mancera.
Así transcurrió una semana. Bloqueos en Reforma, marchas a la Secretaría de Gobernación y el cierre de Periférico para protestar frente a las instalaciones de TV Azteca. Esa misma semana también acudieron a Televisa Chapultepec para exigir derecho a réplica.
Un día antes de la entrega del primer informe de gobierno de Enrique Peña Nieto, el 31 de agosto, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas convocó, ante la sorpresa de todos, a una movilización del Ángel de la Independencia al Zócalo de la ciudad, en defensa del Petróleo. Entre otras organizaciones, en la marcha participó la Coordinadora. Cuando la movilización terminó y en el templete ubicado en 20 de Noviembre (el mitin no había podido ser en el Zócalo) las organizaciones participantes hablaban, la CNTE fijó un posicionamiento claro: “Vamos a ir también por la defensa del petróleo”. Ese día, los maestros marcharon tanto en rechazo a la Reforma Educativa como a la Energética.
EN RIESGO INFORME PRESIDENCIAL, COMIENZA DESALOJO
Desde el 28 de agosto elementos de la Policía Federal blindaron el Congreso de la Unión ante la amenaza que miembros de la CNTE boicotearían el mensaje del primer mandatario de la nación, por lo que prefirió darlo en la Residencia Oficial de los Pinos.
Alrededor de las 11 horas comenzaron a marchar, mientras los autodenominados anarquistas se enfrentaban con los granaderos, avanzaban pacíficamente sobre Reforma. De pronto decidieron cambiar la ruta trazada y avanzaron hacia el Congreso de la Unión donde se entregaría el informe. Ese día no habría mensaje presidencial. Ese día volvieron a haber detenciones irregulares.
En tanto, el 13 de septiembre mientras Enrique Peña Nieto presidía la ceremonia de conmemoración de la batalla del castillo de Chapultepec, elementos de la Policía Federal entraron al Zócalo, negociaron con los dirigentes de la sección 22 del CNTE y abandonaron el campamento que desde hace semanas mantenían en la Plaza de la Constitución.
Se registraron diversos enfrentamientos, debido a que los manifestantes lanzaban palos y piedras; las tanquetas de los Federales contratacaban con chorros de agua y de pronto todo terminó, después los maestros decidieron instalar su plantón en el Monumento a la Revolución debido a que el Zócalo fue ocupado por el megacentro de acopio.
COMIENZA LA HISTORIA EN EL MONUMENTO A LA REVOLUCIÓN
Casi al día siguiente después de ser desalojados, los maestros de la CNTE decidieron instalar su plantón en las inmediaciones del Monumento a la Revolución invadiendo las calles adyacentes obligando a los locatarios a enfrentarlos.
Sin importar el futuro de los negocios ubicados en los alrededores del inmueble histórico, los maestros disidentes comenzaron a robarlos, obligando a sus dueños a dar a conocer la situación que motivó pérdidas por 900 millones de pesos entre los hombres de negocios, muchos de ellos quebrando de manera irremediable.
A tres meses dos meses de permanecer en el lugar, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) decidió arreglar la situación por medio de las negociaciones, obligándolos a desplegarse y dejar libre la circulación en la vía.