El 2013 fue un año difícil para el Jefe de Gobierno del Distrito Federal,Miguel Ángel Mancera, como el mismo lo admitió, cuya llegada generó altas expectativas por ser uno de los "gobernadores" que más alta votación haya registrado en la historia de la capital (63.5%).
Sin embargo, el nivel de aprobación del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, cayó por segundo trimestre consecutivo, al obtener 6.08%, siendo la inseguridad, el principal problema que aqueja a la Ciudad de México.
De acuerdo con una encuesta trimestral realizada en vivienda, la caída en la popularidad de Mancera se debió a las marchas realizadas por los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), lo que ocasionó que por primera vez la ciudadanía desapruebe su actitud en torno a esta situación.
La aprobación al desempeño del jefe de gobierno en la primera encuesta, aplicada en febrero, fue de 57%, luego bajó a 52% en julio y a 43% en la encuesta de octubre.
No obstante, en las acciones aceptadas por los ciudadanos acerca del gobernante capitalino, se mencionan los programas sociales y en combate a la inseguridad, sin embargo, la mayoría de los entrevistados no identificaron logro alguno.
Entre las acciones que no comparten los entrevistados, el 75% desaprueba las marchas y plantones y de ese 75%, 54% afirmó que el manejo de las marchas y plantones ha influido en su opinión del jefe de gobierno y de éstos el 84% dijo que dicho efecto ha sido negativo, asimismo la inseguridad y la violencia con un 43% indicaron que son el principal problema del Distrito Federal.
También, el 8% mencionó la crisis económica y el desempleo, 7% mala gestión del gobierno, 6% son otros problemas que los entrevistados consideraron como de vital importancia para que sean tratados.
Los capitalinos consideran que el jefe de Gobierno se desempeña mejor (30%) que el Presidente de la República (21%), aunque en febrero los números eran mucho más favorables para Mancera.
Al solicitar a los capitalinos evaluar acciones específicas de gobierno capitalino, la atención a las mujeres (57%), al problema del agua (52%) y de la basura (51%) son los mejor calificados.
Por el contrario, la educación, la relación con el presidente de la república, el problema de la pobreza, el narcomenudeo, la inseguridad y atención al problema de marchas y plantones son mal calificados.
En todos los aspectos evaluados la evaluación es peor que en las dos encuestas anteriores.
Los problemas que ha tocado enfrentar a Mancera son muchos y complejos. Desde la toma de posesión del presidente Enrique Peña Nieto caracterizada por el vandalismo en las calles hasta el multi-asesinato del Heaven pasando por más de cuatro meses de movilizaciones, marchas y plantones a cargo de la CNTE y diversos escándalos de corrupción.
Se dice incluso que tribus perredistas opuestas a Mancera han creado parte de las movilizaciones, atizado el fuego en las protestas y alentado la difusión de los hechos con el fin de dañar la imagen del Jefe de Gobierno. Puede ser, no parece descabellado. Pero el caso es que el manejo político en todos estos casos fue reprobado por la ciudadanía.
A finales de enero, el Gobierno del Distrito Federal tuvo que retirar de Reforma la estatua de Heydar Aliyev, expresidente o dictador de Azerbaiyán. La estatua se encuentra resguardada en una casa de las Lomas.
Tras un conflicto de meses, María Esther Orozco es destituida como rectora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México por “faltas graves”. Los partidos de oposición desconocen el nombramiento del rector interino, Enrique Dussel. Mancera se deslinda del asunto y dice no saber quién funge como rector.
El 26 de mayo 13 jóvenes desaparecen del bar Heaven de la Zona Rosa a plena luz del día. La investigación está plagada de desatinos. Sus cuerpos aparecen casi tres meses después en el Estado de México. Días antes un hombre fue asesinado afuera de un antro en la Condesa, y días después otras cuatro mueren en un gimnasio de Tepito. Las autoridades, entre ellas el Jefe de Gobierno, se contradicen sobre la presencia del crimen organizado en la ciudad.
El 14 de septiembre la Policía Federal desaloja a los maestros del Zócalo y el 2 de octubre, durante la marcha para conmemorar los 45 años de la matanza de Tlatelolco, policías del Distrito Federal agreden a representantes de medios de comunicación.
El 29 de noviembre inicia la consulta para aumentar a cinco pesos la tarifa del Metro. Los resultados se dan a conocer el 5 de diciembre. Entre las preguntas de la encuesta destacan las siguientes: “¿Sabe que el costo real es de $10.50?, ¿Sabe que el gobierno destina un subsidio? y ¿Sabe que mejorarán los puntos de traslado si se aprueba la tarifa?”
Entre sus éxitos políticos de cara al partido al que no pertenece pero que lo llevo a la jefatura de gobierno estuvieron los de imponer a sus candidatos en la dirección del PRD del DF y de la Asamblea Legislativa.
En diciembre el enojo ciudadano por el aumento al boleto del Metro no paró. Luego de un fin de semana de intensas protestas surgió la exigencia: “Mancera, no te quiero gobernando mi ciudad” a partir de la cual se convocó a juntar adeptos para pedir la renuncia inmediata de Miguel Ángel Mancera como jefe de Gobierno del Distrito Federal.
La página de internet www.change.org publicó que en tan sólo dos días, mil ciudadanos firmaron a favor de exigir la renuncia del exprocurador capitalino.
Aunado a que el jefe de Gobierno capitalino tuvo un mal fin de semana. Al asistir como invitado al informe de la senadora del PRD, Dolores Padierna Luna, Mancera Espinosa fue abucheado.
Sin dejar de mencionar a los activistas del @posmesalto quienes cumplieron su amenaza de burlar los torniquetes en repudio al aumento a la tarifa.
Mientras el descontento por el alza en el costo del boleto ocurre públicamente, otra batalla se libra en torno al Sistema de Transporte Colectivo.
La Auditoría Superior de la Federación tiene la lupa puesta en la cuenta pública del Gobierno del Distrito Federal, relativa al Ejercicio Fiscal 2009, que se destinó a la construcción de la Línea 12 Tláhuac-Mixcoac.
Pero a pesar del gran apoyo que representa el gobierno de Enrique Peña Nieto para Mancera, no le entregó una de las cartas que pudo haber mostrado como un triunfo político: la reforma del ordenamiento jurídico del DF para transformarla en ciudad capital.
Los éxitos económicos de Mancera no han sido pocos. Aunque es cierto que todo gobierno tiene siempre menos dinero del que necesitaría y desearía gastar, el problema fundamental de Mancera no ha sido ése y 2014 promete ser un mejor año. Mancera ganó para sus arcas el fondo de capitalidad, la inclusión del DF en el Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS) del que siempre estuvo excluido, un presupuesto mayor al que solicitó y recursos frescos y propios provenientes del incremento en el impuesto sobre nómina de 2.5 a 3% y de la elevación de las tarifas del Metro. Probablemente algo más de dinero provenga del proyecto para subir el predial.