Traslado de usuarios afectados de L-12 cuesta al GDF casi un millón de pesos al día

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Al Gobierno capitalino le cuesta casi un millón de pesos (900 mil) diarios el traslado de usuarios afectados por el cierre de 11 estaciones de la Línea 12, en autobuses de la convulsionada Red de Transportes de Pasajeros.

Además de que por atender a este sector del oriente de la capital, la RTP dejó sin camiones a habitantes de las periferias, cuya única opción para movilizarse es este organismo, antes conocido como Ruta 100.

De las 650 unidades que están en condiciones de operar de un parque de mil 200, 300 fueron enviadas a la estación terminal Tláhuac, dejando sólo 350 autobuses para las 94 rutas que opera el organismo.

Aunado a esta situación, el organismo tiene 60 autobuses cubriendo las rutas de microbuses suspendidas por la Secretaría de Transportes y Vialidad (Setravi).

Vecinos que habitan en las periferias  de la delegación Gustavo A. Madero, se quejaron de la falta de autobuses para transportarse como normalmente lo hacían.

De acuerdo con operadores, el organismo retiró tres unidades por ruta para llevarlas al tramo Tláhuac-Atlalilco, lo que afectó el servicio diario que prestan en las 94 rutas.

Ante esta situación, trabajadores pidieron al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, destinar recursos extraordinarios para reparar 300 autobuses que se encuentran en el taller desde el año pasado, los cuales tienen fallas menores.

Lo anterior, aseguraron, permitirá equilibrar su servicio normal y reforzar el apoyo a los capitalinos afectados por la cancelación en la operación de la Línea 12 en el tramo Tláhuac- Culhuacán.

Los operadores coincidieron en que si las autoridades hubieran atendido los problemas que enfrenta la RTP, se estaría en condiciones de ofrecer servicio en Tláhuac y otras zonas que se requieran.

Sin embargo, lamentaron, no se han invertido recursos para comprar unidades nuevas.

A pesar de esta situación, el titular de la Setravi, Rufino H. León Tovar, dijo que de ser necesario  aumentarán los camiones en las estaciones suspendidas, y en un caso extremo, se pediría ayuda al Estado de México para que unidades mexiquenses apoyen el traslado de usuarios.

De acuerdo con el funcionario, las filas de personas no han sido tan grandes como se esperaban y la gente está contenta con el servicio que brindan los autobuses, por lo que en próximos días se va a “calibrar la operación”.

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