Al refrendar el compromiso de su administración con la ciudadanía en el sentido de invertir en obras de rehabilitación e infraestructura que mejore el suministro y abasto de agua a las y los habitantes de la capital, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, puso en operación la Planta de Bombeo de Agua Potable “Cuchilla del Tesoro” que forma parte de la “Cruzada Hidráulica por la capital”, y a través de la cual se hará llegar el vital líquido a colonias donde la baja presión impedía su abastecimiento.
Acompañado del director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX), Ramón Aguirre Díaz, y de la jefa delegacional en Gustavo A. Madero, Nora Arias; el mandatario capitalino señaló que esta planta cuenta con equipo electromecánico y de rebombeo que dotará del servicio del vital líquido a las y los habitantes de esta demarcación a través de la red de agua de la ciudad y no mediante pipas de agua como solían recibirlo.
Anunció igualmente que continuará entregando a lo largo de la semana, obras en diversos puntos de las delegaciones políticas para dar cumplimiento a su compromiso de mejorar el suministro de agua potable en el Distrito Federal.
Bajo este contexto, explicó que la rehabilitación de la Planta de Bombeo (que representó una inversión superior a los 10 millones de pesos) era sumamente necesaria debido a la reducción de la presión del agua y ello impedía su traslado a siete colonias de la delegación Gustavo A. Madero, mismas que ahora contarán con este recurso sin necesidad del suministro de agua en pipa.
Mancera Espinosa agregó que -además de garantizar el suministro- también es importante trabajar en el desahogo del líquido generado por las lluvias atípicas y torrenciales que se presenten en el Distrito Federal, por lo que, a través de una sincronización de los diversos equipos con los que cuenta la Ciudad de México, se atenderán encharcamientos e inundaciones.
Cuando la Ciudad de México recibe lluvias como las que hemos tenido -dijo- de inmediato los sistemas de drenaje empiezan a llenarse porque las cantidades de agua que se reciben son importantes, particularmente si se trata de torrenciales, y por eso es necesario que todo funcione “como un reloj”.