Como muchas de las mujeres nacidas en los años 70 del siglo XX en la Ciudad de México, que vivimos una infancia
rodeada de mujeres sojuzgadas a quienes no se les permitió cumplir sus sueños por qué no encajaban en el intrincado hilvanado de una sociedad machista como la que tradicionalmente tuvo nuestro México en la generación de nuestras madre o de nuestras abuelas, yo también había empezado a olvidar lo mucho que cambió mi entorno y mi calidad como mujer en nuestra sociedad mexicana durante los últimos 30 años.
Hoy justo por eso, honro el recuerdo de una abuela que no pudo ser más que la sombra de un hombre que murió de enfisema pulmonar por no dejar jamás de fumar, pero le tenía prohibido a su mujer darse el gusto de encender un cigarrillo, recuerdo también a mi madre a quien el mismo hombre le prohibió aceptar una oferta estelar en una ópera de bellas artes, por qué… ¡Ninguna hija suya iba a ser cabaretera!, mi abuelo rompió ese y muchos otros sueños de mi madre por qué no encajaban en su concepto de una señorita “decente”.
Cuando empecé a tener edad y a tratar de salir adelante, fui una de esas generaciones de mujeres en nuestro país que tuvo que pasar por acosos constantes, propuestas indecorosas, inequidad de género, toda esa violencia, que en todas sus acepciones sigue sucediendo, pero que en esos finales de los ochentas y principios de los años 90 donde yo me ganaba la vida como modelo para pagarme los estudios en una de las mejores universidades, evidentemente manejada por otro patriarcado (jesuita) agresivo hasta la médula, nos tocó a las mujeres de mi generación sobrevivir, muchas salimos adelante esforzándonos más que un hombre de nuestra edad, por que teníamos que demostrar que realmente valíamos tanto o más que ellos,mientras nos quitábamos de encima a predadores en la escuela, en el trabajo, o en la misma calle.
Yo sobreviví a ese linaje de mujeres que no pudieron ser por qué no se los permitieron y al comenzar a empoderarme y a lograr mis sueños,también empecé a olvidar que México, si bien no cambió tanto como otros países del mundo, en mi generación dio un salto cuántico en cuanto a equidad de género se refiere, no somos evidentemente de los países más avanzados en el tema, este gobierno particularmente nos queda debiendo mucho en cuanto la lamentable escalada de los feminicidios y la violencia; pero ¿Le hemos echado un ojo últimamente al país que se está perfilando?, a ese país por el que tantas mujeres en la política hemos luchado hasta el cansancio para poco a poco ir mejorando y que gracias a medio siglo de pequeños logros hoy ha cambiado de completo el panorama femenino.
Más allá del encono que origina el mandamás del palacio nacional entre la sociedad mexicana, demos una rápida mirada a las candidaturas presidenciales; seas de izquierda o derecha, partidario del frente opositor o morenista, vas a votar por primera vez en la historia de México por una mujer para Presidenta de la República, el poder ejecutivo, estará sin duda en manos de una mujer, igual que lo está hoy el poder judicial con una valiente presidenta la Ministra Norma Piña Hernández a cargo y ¿Qué me dicen del legislativo? que hoy encabezan 2 mujeres más, una presidenta de la mesa directiva de la cámara de senadores Ana Lilia Rivera y otra en la de diputados, Marcela Guerra Castillo,
Habrá más candidatas a las gobernaturas este 2024 que candidatos, votaremos por más alcaldesas, más legisladoras y gane quien gane tendremos presidenta y en una de esas hasta jefa de Gobierno de la Ciudad de México nuevamente, nos guste o no a los contrarios a Morena.
Hoy tenemos también Secretaria de Gobernación y Canciller mujeres, Presidentas de Organismos dizque autónomos como la INE y un sinfín de mujeres en la política en altos cargos.
No se nos olvide también que hay muchas mujeres empresarias muy empoderadas a cargo de trasnacionales gigantescas y cada vez se va acotando más el terreno a aquellos que continúan pensando que pueden menospreciar a nuestro genero sino por convicción si por políticas empresariales.
Recordemos hoy que como género nos unen las mismas batallas y no permitamos que nos separen las pugnas partidistas, que nuestras ideas políticas no nos dejen permitir que las mujeres que nos pretenden gobernar en el 2024 no hagan honor al compromiso histórico que tienen con sus propias madres y sus abuelas pero más allá de su linaje, del compromiso que tienen con las futuras generaciones de mexicanas, de presentar agendas dignas de género, que continúen con el crecimiento, la educación y la libertad de la mujer mexicana.
Recordemos todas hoy que aún estamos a tiempo y pongámosles claro a Xóchitl a Claudia, a Clara a Lía, a Kenia y a todas las mujeres que buscan nuestro voto en las próximas elecciones, que antes que gobernarnos su deber está en representarnos dignamente.
Alejandra del Río
@alejandra05
@aledelrio1111
Presidenta de PR Lab México, Catarte y Art Now México, ha escrito columnas sobre política, arte y sociales en muchos de los medios más reconocidos del país, particularmente en el Heraldo de México, El Punto Crítico y en el Digitallpost. Ha participado en numerosos proyectos de radio a lo largo de 20 años, hoy además dirige el podcast Fifty and Fabulous en Spotify.