LIC. JULIO SCHERER IBARRA:
Cuando asumimos la ilegalidad como primera opción, socavamos la democracia.
Domínguez Brito
Vaya olas que generó su renuncia.
Diversos analistas, aun de los anti-4T, dejaron traslucir un dejo de pérdida, tal vez porque usted es de los muy pocos que le hablan derecho al presidente y no dice lo que él quiere escuchar.
A sustituirlo llega la M. en C. María Estela Ríos González, con una larga trayectoria como litigante y especialización en Derecho Laboral. Por lo que conozco de ella, diría que a diferencia de usted, la nueva consejera es más.., digamos, complaciente.
Un poco de antecedentes. A principios de 2000, el Gobierno, el GDF expropió el predio de El Encino con el propósito de abrir una vialidad para dar continuidad a dos avenidas principales, al poniente de la Ciudad de México, en la zona de Santa Fe. Ya estando a la cabeza del gobierno del D.F. Andrés Manuel López Obrador, los propietarios originales interpusieron una demanda, pero el área jurídica del GDF congeló el caso sin dar más explicaciones.
“Cuando llegó al GDF el primer requerimiento judicial con la orden de suspender los trabajos en El Encino, lo informaron a López Obrador y él convocó a la licenciada María Estela Ríos González, Consejera Jurídica del gobierno capitalino (y a otros colaboradores)”, escribí en este espacio el 30 de marzo de 2005. AMLO “les preguntó las consecuencias legales que habría si él desobedecía el mandato de la jueza de Distrito. Como bala, la consejera Jurídica hizo gala, no de su sapiencia de ley, sino del ego del jefe al responderle: ‘Ninguna autoridad puede destituirlo, señor, porque a usted ¡lo eligió el pueblo!’ (…) Con esa filosofía jurídica es incuestionable que doña María Estela es la ‘mejor’ Consejera que jamás podrá tener el activista tabasqueño.”
La negativa de AMLO a obedecer a la jueza fue el inicio de un largo pleito legal que derivó en un intenso pleito político entre el entonces presidente Vicente Fox y AMLO, conocido como el desafuero y que hábilmente ganó este último.
En junio de 2005, pregunté a la maestra Ríos sobre otros casos en los que el GDF estaba cayendo en desacato. La Consejera entró en total contradicción. Primero respondió que “‘toda la información que obra en los archivos de la Administración Pública del D.F. es pública’… Sin embargo, la Consejería Jurídica negó la entrega de tales datos por tratarse, ‘de expedientes judiciales o de procedimientos administrativos seguidos en forma de juicio, mientras la sentencia o resolución de fondo no haya causado ejecutoria’…” Como decía una cosa, decía la otra…
La Consejera fue todavía más allá. Cuando en ese junio de 2005 pregunté sobre las violaciones que el GDF hacía a la Ley de Amparo, su respuesta fue insólita: “ ‘Nosotros, como autoridades responsables, tenemos derecho a ejercitar recursos; en este caso decidimos que no debió haberse concedido la suspensión’.” ¿Cómo la ve, don Julio? Una Consejera Jurídica a la que le vale gorro una decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Apostaría que AMLO será feliz con doña María Estela pues, como él mismo dice, privilegia la lealtad ciega sobre la capacidad y la preparación de sus colaboradores. Nuestro presidente no entiende que decirle NO, a veces significa cuidarle las espaldas. Ya veo a la nueva Consejera respaldando la contra-Reforma Energética, con el argumento de que a AMLO lo eligieron 30 millones de mexicanos, sin importar la violación a la Constitución y al TLCAN.
A ver cuánto nos cuestan las demandas de las empresas de energía que han invertido en México, por no hablar de la reacción de Estados Unidos en defensa de sus empresarios.
Caprichos presidenciales habemus.
Investigación: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
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