LIC. ADÁN LÓPEZ HERNÁNDEZ,
SECRETARIO DE GOBERNACIÓN:
"El totalitarismo anula un carácter fundamental de la democracia: su vínculo vital con la diversidad"
Edgar Morin
CIUDAD DE MÉXICO.- “El país no se merece un clima de crispación,” expresó usted durante su comparecencia en el Senado con motivo del análisis del III Informe de Gobierno, el pasado 29 de septiembre. Tiene usted toda la razón; ya tenemos bastante con el COVID19, la crisis económica acentuada por la pandemia y el crimen organizado, como para echarle más leña a la hoguera.
Coincido en que “es responsabilidad de todos que construyamos los consensos”, solo que hay un problema, don Adán:
Que lo entienda Andrés Manuel López Obrador, el que se precia de ser cristiano, humanista, libre de venganzas, justo, etc., ¿qué le digo?, un discípulo de la Madre Teresa…
Pero sus dichos y sus obras lo pintan distinto.
Este espacio, y en muchas ocasiones, ha señalado con preocupación el discurso polarizante de AMLO. La palabra presidencial tiene un enorme peso, pero con todo, si sólo quedara en el discurso, pues uno se lo aguanta pero no, el presidente pasa de la palabra a la acción…
¿Con quién no se ha peleado López Obrador? Creo que con excepción del pueblo bueno y sabio —signifique lo que eso signifique— y de los militares, no ha dejado títere con cabeza.
Mire nada más:
“Antes no había esas protestas (feministas) —dijo AMLO el 8 del último marzo—. Empezaron con nuestro Gobierno porque valiéndose de un movimiento justo, se aprovechan para lanzarse contra el Gobierno. Es que ya rompimos el pacto..., pero el pacto que había con la oligarquía, que se dedicaba a saquear”.
¿Qué tiene que ver el saqueo oligarca con el alza constante de feminicidios y violencia contra las mujeres? Al desconocer las razones de las mujeres, el presidente también las anula como un segmento social demandante de justicia y seguridad.
“Hay un sector de la clase media que siempre ha sido muy individualista, que le da la espalda al prójimo, es aspiracionista (…) sin escrúpulos,” declaró AMLO en junio 20, ante la derrota de MORENA en la CDMX. Según el presidente, se trató de un voto de castigo por la tragedia de la L12 del Metro y echó en cara a los clasemedieros que, a diferencia de los pobres de Tláhuac, no se resignaran a que estas desgracias ocurren.
Un pequeño detalle, don Adán: no fue una desgracia sino una cadena de negligencias graves, por decir lo menos, que ya fueron planchadas para no dañar a dos presidenciables…
Más o menos por el mismo tono van los vituperios a científicos e intelectuales “vividores del erario”; a empresarios “rapaces” y “corruptos” y a medios de comunicación por su “bajo nivel moral” y por ser “rastreros, integristas…” (junio 30).
A tres años de iniciar su mandato, AMLO sigue en el rol asumido en los años 90: el de líder social populista, enemigo cantado de todo aquello que se atraviese en su camino o salga de su estrecho marco mental, sean grupos sociales, leyes, demandas legítimas o inversiones.
Muchos ya nos cansamos de este juego de vencidas con el presidente. Le cedemos la estafeta, secretario López Hernández, a ver qué hace para que AMLO comprenda que la convivencia pacífica define el objetivo último de cualquier sociedad.
Que en toda convivencia hay fricciones y críticas, pero está en TODOS buscar soluciones adelantadas, antes de que se conviertan en conflictos.
Que la convivencia armónica se basa en relaciones sociales que buscan la integración de los diferentes en un todo y en aras de un propósito común: vivir bien.
¿Es mucho pedir al presidente?
Pensé que para eso había sido elegido…
Investigación: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Internet: This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Facebook: Leopoldo Mendívil
Twitter: @Lmendivil2015
Blog: leopoldomendivil.com