"Nada complace más al diablo, que la intolerancia de los reformadores": James Russel Lowell
El martes, reporteros de las fuentes de las cámaras de Diputados y de Senadores, dieron la espalda a los legisladores exigiendo seguridad y respeto a su desempeño profesional.
Lo mismo pasó el miércoles en Palacio Nacional, donde un reportero manifestó: “Nos queremos abstener, presidente, de hacerle preguntas, porque los principales asesinos de nosotros son servidores públicos”.
Algo muy parecido ocurrió en Querétaro, durante una conferencia de prensa de MORENA: Periodistas locales expresaron su rechazo “a la actitud presidencial, (pues) públicamente y ante la pantalla (AMLO) violenta el articulado de la Constitución”.
En la mañanera del jueves, en Tijuana, hubo un conmovedor llamado a no olvidar a los periodistas recién asesinados, tal vez atemperado por el informe sobre el avance de las investigaciones acerca de los ataques a periodistas y que fue rendido por el subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía.
En cualquier caso, la respuesta del inquilino del Palacio Nacional no pudo ser más imprudente, dado el ambiente que vivimos. Empezó asegurando a los periodistas de Tijuana que se “va a mantener la protección, no están solos (…) Nadie ha sido, ni será censurado”.
Caray, hay muchas formas de censurar.., como las diatribas y los insultos y más, si son el pan nuestro de cada día. Pese a las manifestaciones del gremio, el presidente morenista continuó denostando a los medios, cuyos dueños se “conforman en un poder para atacar, calumniar, destruir”. ¿Pruebas? Ninguna.
Luego mencionó por su nombre a periodistas connotados que, a su parecer, “son alquilados para defender estos intereses y golpear a opositores”, e insistió en que “den a conocer cuánto ganan…”
Para rematar el día, llegó el mensaje del senador republicano Ted Cruz. El señor no me es simpático y menos por su cercanía a Donald Trump; sin embargo, no puedo negar su peso en el sistema político estadounidense.
En su alocución en el Senado de EUA, Cruz afirmó:
“Estoy muy preocupado por la profundización de la inestabilidad en México. El colapso del Estado de Derecho a lo largo de nuestra frontera sur plantea un serio problema a nuestra seguridad nacional, en una multitud de temas que van de los narcóticos a la migración ilegal.
“El clima actual en México, entre los políticos y los periodistas, es el más letal visto a la fecha, En 2020, en México se mató a más periodistas que en ningún otro país del mundo, ya que ahí ocurrió un tercio de todos los asesinatos. Desde que empezó el período electoral (2020-21), 80 políticos fueron asesinados por organizaciones criminales y más de 60 candidatos suspendieron sus campañas.
“El presidente López Obrador parece querer empeorar estas tendencias”, expresó al referirse a la exhibición de datos financieros del periodista Carlos Loret de Mola. Y agregó que “(AMLO) es autocomplaciente a la hora de abusar del poder, sin que le importen las consecuencias para México y para las relaciones bilaterales con EUA.”
Según el presidente, todos estos dimes y diretes son parte de su “derecho de réplica”, pero se parecen más a la intolerancia a la crítica y el deseo de concentrar el poder. Tal conducta, junto con la presión hacia las autoridades electorales y la sociedad civil organizada, así como el predominio del crimen organizado, la corrupción y la impunidad, hicieron que en el Índice de Democracia 2021, México ocupara el lugar 86 de 167 países, con una calificación de 5.57 puntos.
En síntesis, México pasó de ser una democracia con problemas y 6.41 puntos de calificación (2017), a lo que el Índice categoriza como “régimen híbrido”.
Y concluye el documento con palabras desalentadoras: “Las tendencias sugieren que la democracia mexicana seguirá deteriorándose conforme se acerquen las elecciones de 2024.”
¿Qué nos queda?
Investigación: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.