A los lectores:
"Nunca dudes que ciudadanos comprometidos puedan cambiar al mundo. De hecho, esos son los que lo han logrado": Margaret Meade
Tanto morenistas como los no simpatizantes de AMLO ya se declararon ganadores respecto de la consulta de Revocación de Mandato; todo depende de cómo se interprete el suceso. Si es por el volumen de participación, triunfó la oposición y/o el desinterés. Si es por el porcentaje que del “que continúe”, pues son los amloístas.
Pero con toda franqueza, da igual.
Como mencioné en columnas anteriores, este es el momento de la ciudadanía, si queremos que nuestra democracia madure, que la ley se respete y que la atención nacional se centre en lo importante para nosotros y no en los caprichos morenistas.
Me permito sugerir algunos temas por los cuales vale la pena dar la batalla y en otra entrega incluiré otros más. Si requiere más información sobre los temas, en este espacio los he abordado todos y seguramente en Internet hay más datos.
Batalla 1: Rechazar la contra reforma eléctrica. Expertos, financieros y analistas han alertado sobre los enormes impactos económicos negativos que la iniciativa presidencial tiene. El último del que me entero es que las AFORES invirtieron 37 mil millones de pesos en empresas de energías limpias; de aprobarse la reforma, no le platico cuánto van a perder nuestros fondos de ahorro. Entre hoy y el jueves se dará la votación en la Cámara de Diputados.
Batalla 2: Defender al INE. El Instituto Nacional Electoral funciona bien, aunque todo es perfectible. AMLO enviará una iniciativa de reforma electoral que regresará al gobierno el control las elecciones.
Batalla 3: Devolvernos la salud. La creación del INSABI dejó 10 millones de personas sin servicios de salud y llevamos dos años sufriendo desabasto de medicamentos por las ineficientes adquisiciones del Sector Salud. En vez de corregir lo que ha hecho mal, la 4T está inventando otro sistema de salud; o sea, volver a empezar.
Batalla 4: No más funciones a los militares. Las Fuerzas Armadas no han podido contener la delincuencia organizada y a diario la 4T les agrega otra función fuera de su misión; la última: organizar viajes a las Islas Marías.
Ahora pasemos a qué hacer como ciudadanos. ¿Le va a tomar tiempo? Sí. ¿Vale la pena? Mucho. Ser ciudadano no es tener credencial de elector y votar cada tres años. Ser ciudadano es hacer oír nuestra voz y que esta se tome en cuenta.
1. Organícese son sus amigos y familiares para hacer llegar a su voz a los diputados federales. En Google, escriba “¿Qué diputado me representa y cómo contactarlo?”; es una liga de la Cámara de Diputados. Una vez localizado su legislador, envíele un correo electrónico y/o llámele por teléfono, explicando cuál es su opinión sobre el tema de su interés. Seguro que no le tomará la llamada, pero deje el recado; lo mismo pasará con su correo… al principio. Repita esta acción tanto como le sea posible, hasta que su legislador vea que va en serio.
2. Afíliese a una organización de la sociedad civil (OSC). Si usted está decepcionado de los partidos, bienvenido al club. Pero ahí están las OSC sobre todos los temas y en Google las puede encontrar; revise sus objetivos e inscríbase en la que más le convenza. Las OSC están, como su nombre lo indica, bien organizadas y tienen programas de acción en los que usted puede participar. Los miembros con más experiencia le dirán qué hacer. Y si no le gusta la primera que usted escogió, dese de baja y acuda a otra.
Téngalo presente: cuando creemos que la 4T no podía ir más lejos en su imposición y en la violación a la ley, ha dado un paso más. Mientras tanto, los ciudadanos únicamente nos quedamos mirando. Ni una ni otra actitud pueden continuar.
Es el momento de la sociedad.
Es nuestro momento.
Investigación: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.