A LOS MILENIALS Y CENTENIALS:
"La salud de las democracias depende del procedimiento electoral. Todo lo demás es secundario": José Ortega y Gasset
Ustedes, jóvenes ciudadanos, tuvieron la fortuna de empezar a votar cuando ya existía el Instituto Federal Electoral y estoy seguro de que nunca han dudado de que el IFE -ahora INE- ha cumplido con sus principios de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad.
A partir de ese cumplimiento y de la participación ciudadana en la jornada electoral es que confiamos en los resultados; podrán gustarnos o no, pero no los ponemos en duda.
No siempre fueron así las elecciones…
Mientras los comicios estuvieron en manos del PRI-gobierno, los fraudes electorales eran recurrentes y empezaban con el Padrón Electoral y la Lista Nominal de Electores.
Para empezar, nadie tenía claro cómo se conformaba el Padrón y no existía un documento de identificación con fines de sufragio. Asimismo, el Padrón no se depuraba, de tal suerte que los muertos “¡votaban...!”, por supuesto, a favor del candidato oficial.
Otra fuente de fraude era que una persona podía estar en varias listas nominales; es decir, lo mismo estaba en la lista de Tlaxcala que en la de Puebla y Oaxaca, lo cual le permitía votar en distintas entidades dentro de una misma elección, con el propósito de inflar los resultados a favor del candidato oficialista a la Presidencia. Lo mismo ocurría con las gubernaturas al alterar los listados por municipio.
Como ven, no había legalidad, imparcialidad ni independencia de parte del gobierno como organizador de los comicios.
Ésta fue una de las muchas razones para la creación, por obra de del IFE. Allá por la década de los 90s, los legisladores acordaron establecer en la Constitución que la elaboración del Padrón y los Listados fuera responsabilidad del Instituto (Artículo 41). Cabe señalar que, desde entonces, una copia de ambos registros es entregada a cada partido político para que todos se aseguren de que están todos los que son y son todos los que están.
Hago toda esta explicación para resaltar la importancia de que sea rechazado el llamado Plan B de la Reforma Electoral propuesta por el presidente López Obrador, quien busca que el Padrón y los Listados Nominales sean elaborados por el gobierno. El dictamen de la propuesta se presenta mañana al Pleno de la Cámara de Diputados.
Para lograr el traslado del Padrón y los listados al gobierno, MORENA necesita la mayoría calificada; es decir, dos terceras partes de los votos en la Cámara de Diputados. Hasta el momento y como MORENA no cuenta con el apoyo de los diputados opositores, ya se dio a la tarea de reactivar el juicio de desafuero contra Alejandro Moreno, presidente del PRI, por enriquecimiento ilícito.
Ésta es una burda maniobra para torcer el brazo a los priistas a cambio de dejar morir el juicio, con lo cual se consumarían dos ilegalidades: el uso político de la justicia y la impunidad de Moreno y, más grave aún, acabaría con la alianza opositora rumbo a dos elecciones estatales importantes en 2023 y, por supuesto, la presidencial de 2024.
Si el PRI se mantiene firme, se abriría la puerta a otro riesgo en el sentido de que MORENA, tal como lo hizo con la Reforma Eléctrica, dé por suficiente su voto y declare “legal” que el Padrón nuevamente sea responsabilidad de la SEGOB. Ante ello y con toda seguridad, la oposición y agrupaciones de la sociedad civil organizada entablarían una controversia constitucional, que se dirimiría en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La Corte no es expedita. Su lentitud crearía un ambiente de incertidumbre política muy serio, acompañado de una mayor polarización. Faltaría ver que la resolución de la Corte sea verdaderamente justa, porque últimamente ha dado indicios de inclinarse ante los deseos de Palacio Nacional…
En el Plan B hay otros temas que apergollan al INE, con el evidente propósito de que MORENA-gobierno pueda controlar los procesos electorales a como dé lugar. Me refiero a la inanición a la que se pretende someter a los Organismos Públicos Locales Electorales de los estados y al propio INE; controlar la elección de cuatro nuevos consejeros; reinstalar la “cláusula de la vida eterna” para los partidos minoritarios y otras linduras. De eso les hablaré en siguienes entregas.
Mientras tanto, espero que todos actuemos pacíficamente en consecuencia en defensa de nuestra democracia.
Leopoldo Mendívil
Colaboró: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
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