Militares: entre la violencia y las megaobras

EN G. JESÚS ANTONIO ESTEVA MEDINA,  PRÓXIMO SECRETARIO DE COMUNICACIONES  Y TRANSPORTES: " Cada chango a su mecate":  Refrán popular

Estaba yo algo entusiasmado con los anuncios del gabinete de la doctora Claudia Sheinbaum , pues casi todos -casi- son personas con trayectoria y conocedoras de la materia de la cual se cargarán a partir de octubre. Poco duró el encanto, pues la próxima presidenta dio a conocer el martes que las megaobras de su sexenio estarán a cargo de ingenieros militares. Me refiero a las tres líneas de trenes para pasajeros, la conexión con el aeropuerto “Felipe Ángeles” y la conexión de la refinería de Dos Bocas con el Tren Interoceánico, con un total de tres mil kilómetros, más otras cuantas obras ferroviarias menores.

El asunto me da mala espina y no es que ande yo de negativo, don Jesús Antonio . Me lo explico.

Primero que nada, salvo una línea japonesa de pasajeros, una sola, todos los servicios ferroviarios de este tipo no son rentables y eso ya es preocupante porque el déficit en el que caigan las tres líneas, pues será cubierto por el gobierno; o sea, por nuestros impuestos. Usted me dirá que hay muchas obras que deben ser subvencionadas y razón no le falta si hablamos de hospitales o escuelas, pero me pregunto si es el caso de los trenes de pasajeros, los cuales fueron cancelados por falta de demanda, dado que son más eficientes Los aviones y los autobuses.

Me atrevo a decir que el único tramo que podría llegar a ser interesante para el público es el CDMX-Querétaro, dada la saturación y la inseguridad de la carretera correspondiente. 

La segunda razón de mi escepticismo hacia el proyecto es que las obras quedan en manos de militares. ¿Vamos a volver a la política de que “no es el cargo, sino el encargo”? ¿Acaso no correspondería a la SCT estar a la cabeza de estas nuevas megaobras? ¿Los militares gozarán otra vez el privilegio de mover con total opacidad los presupuestos para dichas obras?, porque estamos hablando de alrededor de 100 millones de pesos por kilómetro, promediando el costo de las vías nuevas y la reparación de las existentes, lo cual nos de 1.8 billones (millones de millones), según cálculos de la Cámara Mexicana de la Industria del Cemento.

Y la tercera razón, don Jesús Antonio , tiene que ver con la inseguridad en que vive el país y la mejor muestra de ello es Guerrero y, más concretamente, Acapulco.

Déjeme que le cuenta que 10 mil elementos de la Guardia Nacional y militares estuvieron destacados en Acapulco desde octubre del año pasado, cuando el puerto fue arrasado por el huracán Otis. Con todo y la presencia de la GN, Guerrero cerró el año con mil 686 asesinatos e incrementó el número de desaparecidos hasta llegar a cuatro mil 274. Como la violencia no disminuía, en febrero se oficializó la creación del Mando Especial Acapulco.

En esas estaban cuando los elementos hicieron denuncias anónimas sobre las mínimas condiciones en que se encontraban, pues se “alojaban” en casas de campaña y edificios en ruinas; ¡imagínense con el calor de Acapulco! No contaban con agua para asarse, ni con viáticos suficientes para sus alimentos. La cereza del helado fueron las imputaciones sobre la corrupción por la venta de uniformes y equipo (Lourdes Mendoza, El Financiero , 19/04/2024). Algo está mal, muy mal, en la organización de los despliegues militares, ¿no cree usted?

Para mayo, el número de elementos se redujo a cuatro mil 500; Supongo que la decisión fue que los cinco mil quinientos guardias y militares eran necesarios en otro lado del país. ¿Y qué crees? Pues repudió la violencia. Nada más le digo que en la primera semana de julio fueron asesinadas 27 personas, 15 de las cuales fueron desmembradas, como resultado de enfrentamientos entre los dos cárteles. Todo México sabe de las disputas entre las bandas, pero eso no es consuelo para nadie.

En la mañana del martes, desde Palacio Nacional se informó que se revisará la estrategia seguida en Acapulco y que se reforzaría la presencia de la GN y el Ejército en Guerrero, particularmente en Acapulco; o sea, van de regreso unas millas de guardias. O por lo menos eso esperan los empresarios que viven del turismo dado el período vacacional.

A lo que voy, ingeniero Esteva , es que los militares NO se dan abasto para atender las muchas necesidades de violencia e inseguridad en múltiples plazas del país. ¿Y los quieren poner a cargo de las obras ferroviarias? ¿No sería mejor que se concentraran en hacer más eficiente su trabajo de seguridad, por lo cual tanto pelean?

Por último, don Jesús Antonio , no quisiera que usted estuviera de florero los próximos seis años, ni que SEDENA ande de constructora.

Con la colaboración de Upa Ruiz

X: @upa_ruiz

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