¿Se repartió más dinero? Sí, 34% de los mexicanos reciben un apoyo. ¿Son eficientes esos apoyos? No.
GABINETE SOCIAL, GOBIERNO DE CLAUDIA SHEINBAUM:
"La pobreza no la crean lo pobres, es producto del sistema": Muhammad Yunus
En su primera plana de ayer, el diario Reforma publicó un amplio reportaje sobre la alerta emitida por la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de la ONU para Infancia respecto del descenso en la vacunación infantil.
Tristemente, no me extraña nada la alerta, pues en este mismo espacio dimos cuenta desde 2020 cómo se fue pavimentando el camino hacia tal panorama que pone en riesgo la vida presente y futura de la niñez mexicana. En breves palabras y con datos oficiales, se debió a: la tergiversación de las funciones de BIRMEX, la productora gubernamental de vacunas; la cancelación de las campañas anuales de inmunización; y un incremento de 24% en el gasto, pero a cambio de menos dosis. El caso es que para 2023, solo una quinta parte de los niños tenía el esquema completo.
La 4T no tenía por qué hacerme caso, pero los datos presentados por la OMS/UNICEF son básicamente los mismos que los de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición publicados un año antes por el Instituto Nacional de Salud Pública.
¿Por qué la 4T abandonó un programa que sí funcionaba? No hay ninguna buena razón; pudo haber sido por negligencia, ineptitud, derivación del presupuesto hacia otras tareas o porque fue diseñado por los gobiernos neoliberales. Ninguna de estas razones es admisible.
No es el único caso de una política pública trastocada durante el lopezobradorismo. La 4T presume de los millones de mexicanos que reciben un apoyo económico de los programas sociales y, de hecho, el gasto social creció 115%. Pero si vemos la distribución de esos dineros, el panorama no es tan halagador y nuevamente los niños son los más golpeados.
AMLO tuvo a mal cancelar el programa Prospera, el cual y con diferentes nombres, venía desde los años 90s. Dicho programa suponía la entrega de un apoyo económico a una familia, pero condicionado a que sus hijos menores fueran a la escuela, estuvieran vacunados y acudieran a revisiones médicas periódicas. Un estudio de la Escuela de Economía de París y del BID encontró que este modelo, con todo y sus fallas, mejoraba en 16% los ingresos de los beneficiarios en su vida laboral, sus posibilidades de cursar estudios superiores y, desde luego, su salud.