DR. JUAN RAMÓN DE LA FUENTE, PRÓXIMO SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES:
"Xenofoia: aversión a lo extranjero": Diccionario de la RAE
Tal parece que los estadounidenses escogerán al menos malo de los candidatos a la Presidencia. O por lo menos eso es lo que arroja la encuesta nacional realizada por el influyente periódico The New York Times y el Siena College, del 28 de junio al 2 de julio del presente año, donde 55% de lo encuestados tiene una opinión algo/muy desfavorable sobre el republicano Donald Trump y 61% sobre Joe Biden. Cifras igualmente negativas dan los interrogados a las preguntas “¿Crees que (nobre del candidato) tiene la personalidad y el temperamento para ser un presidente eficaz?” y a la cuestión de la avanzada edad de los postulantes.
No obstante las cifras anteriores, cabe señalar que Trump le ha dado en el clavo a las emociones de los votantes al tomar como una de sus principales ofertas de campaña, llevar a cabo una deportación masiva de los inmigrantes que vivan ilegalmente en EUA. De acuerdo con la citada encuesta, la migración es el segundo problema más importante para la ciudadanía, después de la economía; en ambas, los electores consideran que la administración Biden ha fracasado.
Según el cálculo conservador del Departamento de Seguridad Nacional, en EUA viven ilegalmente 11 millones de personas desde 1980. Lo relevante para usted, doctor De la Fuente, es que la mitad de ellos son, ni más ni menos, que mexicanos.
Exfuncionarios de alto nivel y expertos en migración estiman que tal política es inviable por muchas razones. Primero, porque obligaría a triplicar el tamaño del tribunal especializado en estos casos, empezando por construir nuevos juzgados, contratar personal, capacitar a los jueces, etc., etc. (TNYT, 17/07/2024). Eso tomaría tiempo y mucho dinero.
Además y como usted sabe, aun cuando las personas hayan ingresado ilegalmente a EUA, la enorme mayoría fueron procesados en la frontera, con una orden de esperar al juicio donde se decide la deportación o la legalización de la estadía; dicho juicio puede tardar años en celebrarse. O sea, están protegidos por la ley. Para deportarlos “en caliente”, Trump necesitaría que el Congreso aprobara modificaciones a la ley en la materia y eso tomaría tiempo.
Por otra parte, no hay fuerza gubernamental que pueda identificar, localizar y notificar a 11 millones de personas en un corto tiempo; claro, don Donald dice que puede ocupar a la Guardia Nacional o al Ejército, lo cual está por verse.
Todas estas limitaciones dan una esperanza a los inmigrantes. Sin embargo… Siempre hay un sin embargo, porque existen medidas al alcance de Trump, las cuales le involucrarían, doctor De la Fuente.
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional, hay un millón de inmigrantes que ya tienen orden de deportación. Por ahí podría empezar Trump, a fin de dar un golpe espectacular para deslumbrar al electorado; desde luego, no sería “enchílame la otra”, como diría mi abuela.
Para estas personas, así como para otros inmigrantes, don Donald podría solicitar a las policías locales que le ayudaran a identificarlos y habrá estados y condados dispuestos a hacerlo. Al día de hoy, solo las ciudades de Chicago, Denver, Los Ángeles y Filadelfia se han negado a colaborar con tal política, justamente porque puede derivar en una cacería racial; todo aquel que no sea WASP podría ser detenido y, si no demuestransu estadía legal, se le arrestaría.
Aunque no sean millones de detenidos, ¿cuántos miles de mexicanos serían privados de su libertad? ¿Cuántos de ellos se separarían de sus familias? Muchos de ellos ya están casados con estadounidenses o tienen hijos nacidos en aquel país, lo cual derivaría en sendas tragedias familiares.
La siguiente medida que Trump tendría a la mano sería que, mediante una acción ejecutiva, suspendiera la aplicación digital mediante la cual los inmigrantes solicitan una audiencia para ingresar legalmente al país del norte. No hay certeza sobre qué pasaría con los individuos que ya iniciaron el trámite, pero es alto el riesgo de que tal cancelación provoque que estas personas se quedaran varados en nuestro país.
Hay otro ángulo de la política trumpista que impactaría a México. Ciudadanos de Venezuela, Cuba, Honduras o cualquier país de África que no puedan o quieran regresar a su país, ¿a dónde los mandarían? Me temo que a nuestro territorio. No serán los 11 millones, pero sí varios cientos de miles.
Así pues, doctor De la Fuente, como no sea que los demócratas cambien de candidato y ganen las elecciones, lo cual se ve remoto, el problema migratorio va a reventar en nuestro país.
Así que, prepárese.
Con la colaboración de Upa Ruiz
X: @upa_ruiz
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