SHEINBAUM: entre la opacidad y la transparencia

Doctora Sheinbaum, el INAI es lo único que tenemos los ciudadanos para combatir la corrupción

 DRA. CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, PRÓXIMA PRESIDENTA DE MÉXICO:
"Los líderes que garanticen la Transparencia, se ganará el respeto de los demás": Dicci

“La transparencia no requiere grandes organismos y burocracias para que sea una realidad,” dijo usted ayer al ser cuestionada sobre la posible desaparición del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos (INAI), como parte de las iniciativas de ley promovidas por el todavía presidente López Obrador.  Y agregó: “Se creaban grandes organismos para combatir la corrupción, pero seguía la corrupción”.

Veo que usted, al igual que el inquilino de Palacio Nacional, ha caído en un falso dilema, con una argumentación proveniente el país de los “otros datos”.

Partamos de la base de que el INAI no es el responsable del combate a la corrupción. A nivel federal, esa tarea corresponde a la Secretaría de la Función Pública, la Auditoría Superior de la Federación y, en su caso, a la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción.

La misión del INAI es que los ciudadanos interesados tengan acceso al manejo de los presupuestos; o sea, a qué se hace con sus impuestos. Para ello, el Instituto gestiona la Plataforma Nacional de Transparencia, (PNT) donde están los datos de los sujetos obligados, es decir, los servidores públicos de las secretarías, organismos, etc., que manejan recursos públicos.

En la PNT cualquier ciudadano puede solicitar información a algún sujeto obligado y éste, como su caracterización indica, debe contestarle; si se niega, el INAI puede emitir una resolución que a fuerzas el sujeto debe cumplir.

Es gracias a la PNT que organizaciones como Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad obtienen información y han confirmado varios casos de malos manejos, siendo los más sonados el de “La Estafa Maestra” en SEDESOL y el fraude monumental de SEGALMEX. Dicha organización civil develó los casos mucho antes de que la Función Pública o la Auditoría Superior hicieran algo al respecto, y eso que la organización dispone de recursos humanos muy, muy limitados.

Los investigadores de MXvsCI son persistentes y, aun así, se han dado casos que los sujetos obligados se echan la bolita o responden que “después de una búsqueda exhaustiva” no encuentran datos en sus archivos. ¿Cómo la ve?

Todo lo anterior nos lleva a dos puntos nodales sobre la transparencia y a la pretensión de incorporar al INAI a la Secretaría de la Función Pública.

En el México real, no en el país de los otros datos, la Función Pública (SFP) es una dependencia grande, miope y lenta. Es la que debiera haber detectado los grandes desfalcos si su vinculación con los Órganos Internos de Control de SEDESOL y SEGALMEX hubiera sido efectiva.

Y no olvidemos que la SFP depende del Poder Ejecutivo y es muy sensible a las presiones del jefe de turno. En cambio, el INAI es autónomo y sus comisionados no responden a intereses gubernamentales y/o partidistas.

En cuanto a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), dependiente de la Cámara de Diputados, cabe decir que hace aceptablemente bien su trabajo. Los reportes que he leído van más allá del manejo de los dineros, pues incluyen análisis sobre el cumplimiento de las metas, si los programas cuentan con indicadores de éxito y muchos más elementos que componen la gestión pública. Sin embargo…

Sin embargo, doña Claudia, una vez que entrega los resultados de sus auditorías, pues los legisladores hacen poco o nada con ellos. Incluso, la ASF ha sido sometida a presiones políticas; como usted recordará, el auditor que informó que la cancelación del aeropuerto de Texcoco iba a costar 300 mil millones de pesos fue despedido y la cifra corregida para que se ajustara a lo dicho por el presidente.

¿Qué sigue la corrupción? En eso coincido plenamente con usted y SEGALMEX no es el único caso, solo el más sonado. El meollo del asunto es que nadie se toma en serio el combate a la corrupción y no es que nos falte un marco legal, pues México tiene uno de los más completos. El punto es que no se respeta la ley porque nadie le tiene miedo, dado el altísimo nivel de impunidad; por ahí debiera empezar, doctora Sheinbaum.

Todo mundo hace como que no ve, sobre todo los legisladores quienes sí tienen entre sus obligaciones supervisar cómo se usa el gasto público, fungir como contrapeso al Poder Ejecutivo y defender los intereses de los ciudadanos que representan.

Y perdóneme que lo señale: la 4T ha sido particularmente opaca. No solo se sellaron los expedientes de las contrataciones para las megaobras, ahora hasta el de SEGALMEX. Eso de barrer la corrupción como las escaleras no pasó de ser una frase anecdótica, pero nunca ha habido la voluntad política de agarrar la escoba.

En síntesis, doctora Sheinbaum, el INAI es lo único que tenemos los ciudadanos para combatir la corrupción.

¿Y usted también lo quiere desaparecer?

Con la colaboración de Upa Ruiz

X: @upa_ruiz

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X: @Lmendivil2015