Me temo que los gremios de periodistas, académicos e intelectuales, así como organizaciones de la sociedad civil
tienenuna opinión distinta a partir de las calumnias e interferencias en sus datos personales que continuamente han sufrido
DRA. CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, PRESIDENTA ELECTA DE MÉXICO:
"Un pueblo que no distingue entre la verdad y la mentira, es un pueblo privado del poder de pensar": Hannah Arendt
Así ha sido la cancelación del NAIM, la edificación de Dos Bocas, la construcción del Tren Maya, el rescate de PEMEX, el aeropuerto Felipe Ángeles, el IMSS Bienestar y varios proyectos más.
En el VI Informe que usted escuchó ayer, Andrés Manuel López Obrador fue fiel a la posverdad. Podemos reconocer y celebramos que haya incrementado la recaudación de impuestos o que se hayan basificado a 179 mil trabajadores de la salud; vamos hasta el éxito en el combate al huachicol. Por lo demás, es un sexenio perdido.
No voy a plantear por centésima vez, doña Claudia, las fallas de los programas sociales, pero es menester señalar la posverdad alrededor del combate a la pobreza. AMLO aseveró que “mientras en los sexenios de Calderón y Peña Nieto cada mes se empobrecían 100 mil personas; en nuestro gobierno, por el contrario, cada mes salen de la pobreza 100 mil mexicanos”.
Si eso fuera verdad, en los cuatro mil 380 días de los dos sexenios mencionados se habrían acumulado 438 millones de pobres, más de tres veces la población total del país. Ahora bien, si la 4T hubiera sacado de la pobreza a 100 mil mexicanos diariamente, como dice AMLO, hablamos de 219 millones de mexicanos fuera de la pobreza, lo cual significa el 170% de la población mexicana. Nada cuadra, pero ¡qué bien se oyó en el Zócalo!
En cuanto a seguridad, el presidente dijo que “durante el sexenio se ha mantenido un promedio de mil 200 detenciones diarias de presuntos delincuentes. Si las matemáticas no fallan, si multiplicamos esos arrestos por dos mil 190 días del sexenio estamos hablando de ¡dos millones 628 mil detenidos! ¿Dónde están tantos delincuentes?
En otra parte del Informe, el mandatario aseveró que al “no permitir el contubernio entre autoridades y delincuencia, eso nos permitió bajar, reducir al mínimo los crímenes de funcionarios públicos, los crímenes de políticos, eso no lo hemos padecido”. Los deudos de los candidatos asesinados durante las dos contiendas electorales tienen una opinión distinta, lo mismo que los agentes de procuradurías, alcaldes y otros servidores públicos que han sido ultimados.
El colmo de la posverdad fue cuando el presidente afirmó que “el sistema de Salud Pública ya es el más eficaz en el mundo. (…) Es mejor que en Dinamarca”. Nada más le digo que si usted requiere una tomografía, le dan cita para dentro de cuatro meses o si necesita ser auscultado por un cardiólogo, pues siéntese a esperar. Del abasto de medicinas, ya ni hablamos.
El presidente presumió ayer el combate a la corrupción ante sus fervientes seguidores. En lo general, y como ya lo he consignado en este espacio, no recuerdo una administración tan alérgica a la transparencia, pues ha sellado un montón de expedientes de contratos multimillonarios. Hasta dijo que había limpiado al ISSSTE, cuando durante esta administración la gestión de dicho Instituto ha brincado de un escándalo a otro por sus de malos manejos.
Según el informe de ayer, México alcanzará el 90% de autosuficiencia en combustibles para fin de año. Con todo respeto, como el propio AMLO suele decir, no se ve cómo se logrará tal propósito si no se ha alcanzado la meta en la explotación, las refinerías remozadas llegan al 65% de su capacidad y Dos Bocas sigue en su fase inicial de producción.
Como suele hacerlo, López Obrador se quejó de que pese a haber sido “atacados y calumniados por nuestros adversarios como pocas veces se ha visto en nuestra historia, jamás, jamás perseguimos, censuramos o reprimimos a nadie”. Me temo que los gremios de periodistas, académicos e intelectuales, así como organizaciones de la sociedad civil tienen una opinión distinta a partir de las calumnias e interferencias en sus datos personales que continuamente han sufrido. No vayamos más lejos, al inicio del sexenio se persiguió penalmente a un grupo de distinguidos científicos, quienes a la postre fueron exonerados.
El espacio no me da para abordar otras posverdades, así que terminemos por hoy con una última frase lopezobradorista, señora presidenta electa: “Lo que quieren los oligarcas es cratos, sin demos. ¡Al carajo con eso!” Tal vez y solo tal vez, la 4T se haya alejado de algunos capitales, pero no de todos. Lo que sí es un hecho es que el cratos está por concentrarse de manera descomunal en el presidente, gracias a sus últimas reformas.
Y eso, en nada beneficia al demos.
Con la colaboración de Upa Ruiz
X: @upa_ruiz
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