En el evento popular celebrado en el Zócalo, la presidenta Claudia Sheinbaum dio a conocer los 100 compromisos de
su administración, los cuales prometí comentar hoy a nuestros lectores
LIC. JESÚS RAMÍREZ CUEVAS, COORDINADOR DE ASESORES, PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA:
"Compromiso: obligación, deber, responsabilidad": Diccionario de la RAE
En el evento popular celebrado en el Zócalo, la presidenta Claudia Sheinbaum dio a conocer los 100 compromisos de su administración, los cuales prometí comentar hoy a nuestros lectores.
Cuando leo la lista, recuerdo al extraordinario politólogo Luis Castro Obregón, quien con alguna frecuencia me decía: “tienes un problema epistemológico”, al revolver la importancia de las categorías y de los conceptos. Bueno, concedamos que la lista es para consumo popular.
Mira, Jesús, en la lista hay promesas que no son graciosas concesiones, sino la obligación de todo mandatario al haber jurado cumplir y hacer cumplir la Constitución. Me refiero a, por ejemplo, “garantizar todas libertades” (P.4) y “respetar la diversidad religiosa, política, cultural y sexual” (P.6). De faltar a estas garantías, el autoritarismo sería pleno, ¿no te parece?
Espero, deseo, exhorto a que se cumpla fehacientemente el respeto a la libertad de prensa, porque las presiones de los pasados seis años ya tuvieron fruto en una poda muy fuerte en los medios de comunicación.
De cumplirse la promesa 12, de un “gobierno honesto, honrado, (…) sin nepotismos, corrupción e impunidad” es otra obligación. Lo que sí es que la Función Pública va a tener mucha chamba, empezando por limpiar la administración de los miembros de familias cuatroteístas que han sido muy privilegiadas. Por otra parte, tendrá que reactivar o rediseñar el Sistema Nacional Anticorrupción, pues en el pasado reciente quedó inoperante.
En cuanto al campo educativo, percibo una disonancia. Del lado positivo, veo una seria preocupación por ampliar la oferta de espacios en prepas y universidades (P.31 y 32); sin embargo, de nada servirá tener más alumnos en educación media superior, si esos jóvenes van a seguir educándose con el muy deficiente modelo de la Nueva Escuela Mexicana (P.26), que no ha mejorado en nada los niveles de lectoescritura y matemáticas; es de lo peorcito que se haya tenido la educación pública nacional, dicho por expertos en Educación y Pedagogía.
Asimismo, veo una contradicción de este esfuerzo de las preparatorias con el programa de becas de siete mil pesos para los jóvenes que no estudian ni trabajan. ¿Qué aliciente tendrán en ir a estudiar si tienen segura una lanita sin hacer nada? No todos los jóvenes tienen la madurez de ver su futuro a mediano plazo.
Eso sí, aplaudo con muchas ganas la promesa 40 “República de lectores”, la cual supone la creación de redes de bibliotecas físicas y digitales. También entusiasma el impulso que se dará a la ciencia y a la tecnología (P.33 y 34); es de desear que haya una política pública seria y sólida al respecto, porque el nuevo gobierno heredará un CONAHCYT de pena ajena.
Suena bien que la nueva administración recupere algunos ámbitos que estuvieron olvidados en el pasado sexenio y aquí es donde se vislumbra una diferencia con don Andrés; ¡al fin!
Por ejemplo y en lo social, ojalá se cumplan sus propuestas para las mujeres, pues abatirán ancestrales problemas sociales y económicos; una campaña de sensibilización entre hombres no vendría mal.
Lo mismo puede decirse de la apuesta por la infraestructura (P. 81 y 82), con 15 carreteras, ya sean nuevas o ampliaciones, así como inversiones en puertos. Espero que las porras a los ingenieros militares que la doctora Sheinbaum les echó a los ingenieros militares no signifiquen que van a seguir metidos en la construcción; mejor que se ocupen de la seguridad o que los manden a Sinaloa y Guanajuato, donde mucho falta por hacer.
También es de celebrar que la doctora Sheinbaum tome en serio la contaminación y se proponga limpiar los ríos (P.92), el aire de las megalópolis (P.93) y la basura (P. 95); particularmente que ponga atención a Tula, donde la gente se muere por la polución (P.94).
No abordo las promesas relativas a la CFE y PEMEX, porque hasta ahora son muy genéricas y ambas paraestatales son un mega-mega problema de todo tipo: energético, financiero, político y hasta de relaciones internacionales. Mejor esperaré a ver cuáles son los programas.
Me quedan dos preguntas, Jesús:
La primera, ¿de dónde saldrán los recursos para cumplir los compromisos?
La segunda se refiere al compromiso de promover una “iniciativa constitucional de no reelección en puestos de elección popular” (P.11). ¿Se está curando en salud por si a alguien le palpita el corazón?
P.D. “2 de octubre no se olvida”, mucho menos para la gente de mi generación y mi profesión que lo vivimos de cerca. Por ello me indigna que jóvenes anarquistas del llamado Bloque Negro, acompañados por adultos, utilicen el aniversario para llegar a un nivel de agresión y vandalismo inadmisible. Destrozaron mobiliario urbano para utilizarlo como proyectiles, obligando a la policía a retroceder. ¿Le están tomando la medida a la nueva administración citadina o federal? ¿Quién estaría interesado en hacerlo?
Con la colaboración de Upa Ruiz
X: @upa_ruiz
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