Otro asalto a la República

Yo pensé que el tiempo de las ocurrencias, la polarización y el autoritarismo se había acabado el 30 de septiembre.

Pero no, estamos peor.

LIC. ADÁN AUGUSTO LÓPEZ, LÍDER DE LA BANCADA DE MORENA, CÁMARA DE SENADORES:

Están enseñando el cobre…

Refrán popular

Permítame contarle una anécdota. Cuando el senador estadounidense Joe McCarty estaba en el clímax de su fiebre de intolerancia, acusando de comunistas y anti-americanos a todo aquel que se le cruzara en frente y pensara distinto a él, Joseph Welch le puso un alto: “Senador, ya basta; ya ha hecho suficiente. ¿Acaso no tiene usted el mínimo sentido de la decencia?”

La anécdota viene a cuento por la iniciativa que ayer presentó usted, en compañía del senador Gerardo Fernández Noroña y los diputados Ricardo Monreal y Sergio Gutiérrez. La iniciativa, por su esencia demoledora, causó gran revuelo y fue retirada en su versión original; pese a que le hicieron algunos cambios, el dictamen aprobado sigue siendo un asalto a la República, hecho que se consumará este jueves cuando se vote su aprobación.

En castellano, la iniciativa “en materia de inimpugnabilidad de las adiciones o reformas a la Constitución” es para modificar los artículos 105 y 107 de la Carta Magna, a fin de que cualquier reforma que el Legislativo realice no pueda ser controvertida de ninguna manera en el Poder Judicial. No habrá controversia constitucional, acción de inconstitucionalidad, ni suspensión o amparo que valga, sin importar el contenido de la reforma, ni si el procedimiento legislativo tiene fallas. Ahora sí que ustedes quieren que sus reformas prevalezcan, “haiga sido como haiga sido” que las perpetren.

Mediante esta iniciativa MORENA anula las facultades de la Suprema Corte de Justicia para velar por la integridad de la Constitución, así como el derecho de los mexicanos a defenderse y/o disentir del Legislativo, para dar el Congreso una primacía absoluta como Poder. Porque seamos claros, don Adán, no se está promoviendo la supremacía constitucional; estamos hablando de la supremacía del partido dominante y de la anulación de la división de los Poderes con un sentido equitativo. En mi pueblo, a eso le decimos autoritarismo. No sé cómo le digan en Tabasco, tal vez voluntad del “pueblo bueno y sabio”. Cuestión de geografía democrática, don Adán.

Y como MORENA teme que se caiga la Reforma al Poder Judicial, tanto por las suspensiones -que no amparos- ordenados por los jueces, como por las fallas procedimentales en su aprobación y que están a revisión en la Corte, pusieron en la iniciativa un transitorio mediante el cual ordenan que los asuntos en proceso deberán resolverse conforme a esta iniciativa. En mi pueblo, a eso le llamamos retroactividad ilegal; ¿cómo le dicen en Tabasco?

No deja de sorprender que la iniciativa promueva que se deberá dar por buena una ley aun cuando no se haya respetado ni seguido el procedimiento legislativo. Mire, don Adán, el Congreso podrá ser todo lo soberano y reformador que quiera, pero tiene sus propias reglas para los procesos de lectura, dictaminación y votación de las leyes; ¿también van a desconocerse a sí mismos?  En mi pueblo, a eso lo llamamos desaseo legislativo; ¿cómo le dicen en Tabasco?

Otro agravio de su iniciativa es indicar que cualquier solicitud de controversia o acción de constitucionalidad debe ser sobreseída; o sea, ¿ya están ustedes asumiendo facultades de juzgadores?  Además, ordena que esta iniciativa, una vez aprobada, no admitirá interpretaciones y el juzgador deberá atenerse a la literalidad del texto. Cuando les conviene, muy estrictos; cuando no, se van por la interpretación de la ley. Así lo hizo usted el pasado sexenio para que el entonces presidente evadiera su responsabilidad de proponer candidatos a comisionados del INAI y magistrados del Tribunal Electoral, a fin de mutilar al primero y controlar al segundo. En mi pueblo, a eso le decimos agandalle; ¿cómo le dicen en Tabasco?

De la barbarie cuyo dictamen aprobaron ayer, la única concesión fue mantener el control de convencionalidad, el cual indica que cualquier cambio en la Constitución no debe afectar los derechos humanos protegidos por los tratados internacionales firmados por México; o sea, la iniciativa original iba en contra del al artículo 1º de la Carta Magna. Su generosidad nos abruma, don Adán; nada más faltaba que quisieran sacar a México del concierto de las naciones y se abrogaran la facultad atropellar los derechos humanos.

Alegan los legisladores morenistas que lo que buscan es dar claridad y certeza jurídica. Tienen razón: ya estamos todos ciertos de que el agandalle de MORENA es definitivo. En un futuro próximo podrán hacer cualquier reforma constitucional sobre la materia que se les antoje y nadie, ni empresas, ni ciudadanos, ni universidades, ni minorías podrán defenderse. Bueno, y con los jueces a modo que van a tener, pues ni para qué intentarlo.

Yo pensé que el tiempo de las ocurrencias, la polarización y el autoritarismo se había acabado el 30 de septiembre. Pero no, estamos peor.

Con la colaboración de Upa Ruiz

X: @upa_ruiz

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X: @Lmendivil2015