Salud: Buenas y malas noticias

Ojalá todas las políticas públicas y las decisiones políticas de este segundo piso de la 4T también tuvieran la misma

visión de servicio, planeación y sensatez

DAVID KERSHENOBICH, SECRETARIO DE SALUD: 

"Toda persona tiene derecho a la protección de la salud": Artículo 4º constitucional

En medio del panorama desolador de la crisis constitucional en la cual los legisladores morenistas han sumido al país, celebro que usted nos dé buenas noticias.

La primera, es que usted no está de florero; si hubo una dependencia abandonada a las ocurrencias de segundones y del propio expresidente fue la Secretaría de Salud.

La segunda es que la Secretaría de Salud retoma la rectoría del Estado en la materia; en este caso y por el Programa de Compras Consolidadas 2025-2026 que presentó en la mañanera de ayer, no se puede hablar de centralización sino de gobernanza. Esta última palabra brilló por su ausencia en el sexenio pasado.

Otro de los puntos positivos del programa es que va de la mano de la prevención de las enfermedades, no solo de la curación. En una plática que mi socia, Upa Ruiz, sostuvo con el ahora famosísimo epidemiólogo, el doctor Paco Moreno, al preguntarle por los especialistas médicos que hacen falta en el país, su respuesta fue la siguiente: “¿Qué es mejor: un servicio de salud que hace 100 trasplantes exitosos o uno que no necesita realizar transplantes? Más que necesitar especialistas necesitamos formar un grupo grande de médicos de atención primaria,” comentó el doctor Moreno, “para que detecten predeabéticos, hipertensos, etc., que les hagan un programa y los cuiden.

“La población está acudiendo a los consultorios adyacentes a farmacias, donde los sacan del apuro, pero no hay un seguimiento del paciente, ni recomendaciones para el cuidado en el mediano plazo. Estamos haciendo una medicina reactiva, tratando al que ya se enfermó”.

Por lo que veo, usted y el doctor Moreno andan en la misma sintonía en cuanto a la prevención, espero que pronto nos platique con qué recursos humanos la va a abordar y cómo los va a preparar.

El tema nos lleva al caso de los médicos cubanos, los cuales cuestan una fortuna. Me pregunto si no es preferible pagar esos altos honorarios a los médicos mexicanos para que se animen a quedarse en ciudades pequeñas, donde hacen una falta enorme; por lo menos que se permanezcan ahí unos cinco años, con apoyo de telemedicina, y luego ya opten por una ciudad grande donde podrán tener más futuro profesional.

Como otro punto favorable al Programa presentado ayer está el hecho de que hay un procedimiento que incluye la planeación bienal, la calendarización de la demanda y la entrega de medicamentos, pasando por un criterio diferenciado de eficiencia a la hora de hacer la entrega en los distintos tipos de almacenes. Nada más lejos de la ocurrencia de la megafarmacia. Por cierto, ¿cuál es el futuro de ese mastodonte?

Mire, don David, suena interesante el procedimiento porque amigos médicos que laboran en el sector público se quejan que de pronto les llega al hospital o clínica un mega lote de un X medicamento, mucho mayor del que necesitan y pueden desplazar entre la población bajo su cuidado. Con otra, esa distribución arbitraria deja sin el medicamento a otras clínicas.

Dentro de la presentación destaca la plataforma de las compras, la cual permitriá a cualquier proveedor potencial consultar cuáles son las necesidades del sector salud y participar en las licitaciones. Esto sí ayudará a combatir la corrupción y dejará el piso parejo para los ofertantes de medicamentos. Además, agilizará el proceso de compra al obviar convocatorias muy generalizadas.

Un último punto a destacar, pero igualmente importante, es el retorno a los protocolos para homologar los procedimientos de diagnóstico y tratamiento de las enfermedades más frecuentes en nuestro país. Por alguna razón inexplicable, en el sexenio pasado el doctor (¿?) Hugo López-Gattel los suspendió; no sé si lo hizo por austeridad, para proteger a los médicos de demandas por malas prácticas o porque simplemente se le ocurrió.

Ahora bien, esto de tener protocolos va a llevar a que se revise la infraestructura de las clínicas. Me refiero a que para tratar los padecimientos frecuentes deberán contar con ciertos aparatos básicos. Por ejemplo, para atender a un paciente con problemas cardiovascualres, es necesario un electrocardiógrafo, mismo que brilla apor su ausencia en las clínicas. O si el paciente necesida un escáner no puede esperar meses a que le den una cita, porque no hay suficientes tomógrafos o están descompuestos.

Ahora permítame, don David, referirme al programa de Salud Casa por Casa. La idea es atractiva, sobre todo considerando a los adultos mayores, enfermos crónicos y discapacitados, quienes tienen problemas de movilidad. El reverso negativo es que se ha involucrado a los Servidores de la Nación en el levantamiento del padrón, porque se está politizando una política pública. No se vale. Deberían aplicar el principio de “Este programa es ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa”.

En fin, doctor Kershenobich, que ojalá todas las políticas públicas y las decisiones políticas de este segundo piso de la 4T también tuvieran la misma visión de servicio, planeación y sensatez.

Lamentablemente, no parece ser el caso.

Con la colaboración de Upa Ruiz

X: @upa_ruiz

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X: @Lmendivil2015