No voy a repetir aquí el grave problema del desabasto, pues usted parece haber agarrado el toro por los cuernos al
plantear las compras bienales a través de una plataforma abierta
DAVID KERSHENOBICH, SECRETARIO DE SALUD:
"Ruina: pérdida grande, quiebra, bancarrota": Diccionario de la RAE
Me queda claro que las finanzas heredadas por la doctora Claudia Sheinbaum son muy malas, lo cual la llevó a meter la tijera por todos lados a fin de reducir el déficit público. Ni modo, al expresidente le dio por gastar y gastar en dádivas y obras inútiles, sin considerar que no se puede vivir de prestado. Hoy en día, los recursos dedicados a pagar los intereses de la deuda -no el capital- sobrepasan por mucho lo asignado a cualquier política pública.
Así las cosas, doctor Kershenobich, el porcentaje del PIB estipulado para el servicio de la deuda es de 3.8 puntos, mientras que el dedicado a salud apenas es de 2.5 puntos, menos de la mitad de lo que la Organización Mundial de la Salud considera necesario y muy lejos de los 10.8 puntos que tiene establecidos Dinamarca.
No obstante, en recientes entrevistas el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, afirmó que no se recortó en 34% el presupuesto para salud para 2025, sino que una buena parte de los recursos se transfirió al IMSS-Bienestar a fin de avanzar en la promesa de salud para todos. No sé si usted le creyó, porque a muchos tal declaración nos genera dudas y me temo que como la queramos ver, el gasto en salud disminuirá 9.2% en relación con 2024 para quedar en 881 mil millones de pesos. Ojalá esté equivocado.
La segunda preocupación que provoca el presupuesto 2025 es que la gran mayoría de esos recursos serán manejados por el IMSS-Bienestar y, en menor medida, por el ISSSTE y las áreas de salud de SEDENA y SEMAR. A la Secretaría a su cargo le dejarán un esmirriado 6.5% y de ahí tienen que salir los dineros para los Institutos Nacionales y los Hospitales de Referencia. O sea, bien poco.
Y con esos escasos pesos usted tendrá que poner en orden un sector que la pasada administración dejó en ruinas en todos sus componentes. No voy a repetir aquí el grave problema del desabasto, pues usted parece haber agarrado el toro por los cuernos al plantear las compras bienales a través de una plataforma abierta.
Es de esperar que con una buena planeación como la que se promete, se eviten las compras urgentes por asignación directa que llevaron a que un medicamento cuyo costo era de 34 pesos fuera adquirido por casi 82, según lo revela un estudio del Instituto Farmacéutico México. Lo que sí sigue siendo un problema son los 10 mil 500 millones de pesos que el INSABI quedó a deber a la industria farmacéutica y, con eso de que ya desapareció, vaya usted a saber dónde quedó la bolita.
Es preocupante que la SSa tenga recursos tan limitados para ejercer como cabeza de sector; lo menciono porque usted tendrá que apretar muchas tuercas. Mire, don David, en 2023 de los 26 programas existentes, 24 presentaron subejercicios, empezando por el de vacunación con 11 mil millones de pesos que se quedaron en las arcas (CIEP, 2024).
También me pregunto quién va a supervisar los dineros enviados directamente a cada una de las unidades básicas inscritas en el programa La Clínica es Nuestra. Hasta donde entiendo y durante 2023, el programa supuso un presupuesto de casi cuatro mil millones de pesos para cubrir el 56% de las 21 mil 447 unidades básicas; así que, por un lado, hablamos de mucho dinero y, por el otro, falta por cubrir al restante 44%. Aun cuando ese gasto cayera en el IMSS-Bienestar, pues un tercero tendrá que vigilar que el programa sí tenga indicadores de éxito (y transparencia) y éstos se alcancen.