Se estima que en México hay medio millón de abogados y, sin embargo, a un par de días del cierre de la convocatoria
no se ha inscrito un número suficiente de aspirantes
RICARDO MONREAL, LIDER DE LA BANCADA DE MORENA, CÁMARA DE DIPUTADOS:
Ayer con un cierto tono recriminatorio se refirió usted a la petición del Consejo General del INE de posponer la elección de personas juzgadoras, a fin de que en vez de llevarla a cabo el 1º de junio, se realice 90 días después.
Efectivamente, el INE suspendió los trabajos relativos al Proceso Electoral Extraordinario, “al hacerles caso a autoridades como jueces de distrito,” dijo usted, “que no tenían competencia” para ordenar la suspensión. Si será ingrato, don Ricardo; el INE, en su afán por sacar adelante el proceso, acudió al Tribunal Electoral para que resolviera si debía o no acatar las suspensiones. El Tribunal dio una respuesta a modo: no caben las suspensiones para las reformas constitucionales, pero reconoció que eso era solo su criterio, más no una autorización, ya que no está facultado para revocar los fallos de los jueces de amparo.
Posteriormente y gracias a la machincuepa de un ministro, la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictaminó que no procedían las suspensiones; pero lo correcto, lo legal, era que el INE esperara tal decisión. Como doctorado en Derecho, debe saberlo diputado Monreal.
Para usted la prórroga no es necesaria. Sí es necesaria y le voy a platicar sobre algunas de las 380 actividades bajo la responsabilidad del INE.
Se estima que en México hay medio millón de abogados y, sin embargo, a un par de días del cierre de la convocatoria no se ha inscrito un número suficiente de aspirantes. Usted ayer declaró que en la lista del Poder Legislativo ya tenían cuatro mil 900 inscritos, así que solo faltaban 500. Sin embargo, según comentó Roberto Gil Zuarth, para la tarde “del 20 de noviembre, el sistema (de registro) del PoderJudicial arrojaba 378 personas inscritas. (…) En la mañanera del 20 de noviembre, el Poder Ejecutivo reportó mil participantes.”
Números muy pobres si consideramos que el plan morenista era contar con 16 mil 230 precandidatos, para de ahí hacer una selección. Pero pongámonos optimistas y supongamos que en los dos días, los registros en el Poder Judicial y en el Ejecutivo crecen 300%. Aun así, apenas habría nueve mil 500 precandidatos, quedándose cortos por seis mil 784 (-41%).
Llama la atención que los trabajadores del Poder Judicial no quisieran entrar a la contienda, siendo que tenían pase automático al Comité de Evaluación. Incluso Arturo Zaldívar adujo tales ausencias a que habían sido amenazados para evitar su participación; lo dijo sin la menor prueba. No pasó por su cabeza que antes de hacer la elección era necesario contar con las leyes secundarias de la Carrera Judicial, mismas que apenas se van a discutir; por lo tanto, los trabajadores desconocen cuáles serán las nuevas reglas que regirán las funciones de juzgadores. Solo saben de las atribuciones inquisitoriales del nuevo Tribunal de Disciplina Judicial y me temo que ésta es la verdadera amenaza.
Como decía, los números son malos y todavía falta ver si con los inscritos se cubren todos los cargos a elegir y, sobre todo, si cumplen en cuanto a calidad profesional.
Al parecer, el INE ya resolvió el problema de la cartografía, al armonizar los circuitos y distritos judiciales con los distritos electorales, pese a que obedecen a lógicas distintas. Lo que aun no se decide es si habrá casillas como las que todos conocemos o se harán centros de votación. Cualquiera que sea la decisión al respecto, eso altera los listados del padrón electoral, mismo que el INE deberá reconfigurar y no es enchílame la otra.
Encima de todo lo anterior está la preparación de los capacitadores. Mire, don Ricardo, los ciudadanos estamos acostumbrados a que en las elecciones más complejas votamos por un máximo de seis cargos: presidente, senador, diputado federal, gobernador, diputado local y presidente municipal. Para la elección de personas juzgadoras, en la CDMX habrá ¡168 cargos en disputa! El acto de sufragar y el conteo de votos va a ser un via crucis.
Y encima, tanto la presidenta Sheinbaum como los legisladores morenistas no quieren dar suficiencia presupuestal al Instituto; éste les solicitó 13 mil millones de pesos y ustedes sólo quieren dar nueve mil.
Usted afirma que para mover la fecha de la elección es necesaria una nueva reforma constitucional. Con todas las que han hecho en un par de meses, no veo el obstáculo. El verdadero problema a enfrentar es que los ministros de la Corte, magistrados y jueces cuyos cargos estarán en contienda, ya sometieron sus renuncias con fecha 31de mayo de 2025. Así que, de darse la prórroga, el Legislativo y el Ejecutivo tendrían dos opciones: rogarles que permanezcan en el cargo o dejar acéfalo medio Poder Judicial durante tres meses.
Me temo, doctor Monreal que pusieron los bueyes detrás de la carreta. Como ha ocurrido con todas las ocurrencias de ya sabe quién.
Con la colaboración de Upa Ruiz
X: @upa_ruiz
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X: @Lmendivil2015