Marcelo Ebrard, creyó en la vacilada esa de las encuestas, ya todo estaba decidido, Andrés Manuel, ya había elegido
desde hacía 18 años atrás a Sheinbaum Pardo. Ebrard realizó una batalla épica, luego acusó trampas y dinero de la Federación y del Gobierno de la CDMX, en la campaña de Claudia.
Al final cuando el gerente de la franquicia Morena, anunció que las encuestas las había ganado la señora Claudia Sheinbum, el buen Marcelo lloró y se quejó. De nada la valió tanto alboroto, simplemente no había sido el elegido del jefe de todos en ese gabinete y en ese partido.
Marcelo, tardó en reconocer el triunfo de Sheinbaum, peleó por posiciones para sus cercanos, amenazó con irse del partido, al final, termina siendo empleado de la Doctora.
Desde el Palacio Nacional, -PN-, de involucrar a Ebrard en la tarea de recomponer las relaciones con el gobierno de Biden, muy dañadas, por los excesos retóricos de AMLO.
Pero no sólo eso, le han solicitado intervenga con los liderazgos mexicanos en los EEUU,
que le organice una visita tersa a su nueva jefa.
Cuando Ebrard fue el Canciller, tuvo oportunidad de tener platicas con ciertos liderazgos de Chicago, Nueva York, California y otros a través de los consulados.
Hoy los consulados son muy útiles para Ebrard, allí en esas oficinas están los registros de aquellos compatriotas, que se inscribieron para poder votar el 2 de junio.
En esos listados han quedado también los domicilios de nuestros con-nacionales, y con esas direcciones, la oportunidad de poder hacerles llegar propaganda de Morena.
No todos los consulados participan, unos porque reconocen que es violatorio de las leyes y otros porque no le deben nada a Ebrard.
La división ya llego por aquellos lares, las mañaneras han sido la maquinaria propagandística más eficaz de toda nuestra joven democracia.
Claudia llegará a los EEUU protegida por un Ebrard que primero la señaló de haber cometido excesos y abusos durante las internas, y ahora sin ningún recato, le sirva de alfombra, a quien ahora llama: “la jefa”.
Pero ya andan circulando los “brochures” entre algunos liderazgos para que la folletería se envíe a los domicilios de nuestros paisanos radicados allende la frontera.
Marcelo ya se vio como el liderazgo de los senadores de Morena, sin dudas, y tampoco se le debe descartar para repetir como Secretario de Relaciones Exteriores.
Marcelo ahora le carga el portafolios a Claudia, y ella, ahora lo ve con buenos ojos.
En Washington reciben con agrado a Ebrard, sabe dialogar, entiende de respetar acuerdos, sabe establecerlos, si es Trump o si es Biden, en los dos equipos Marcelo será bien recibido.
Andrés Manuel López Obrador, no se retirará como lo ha prometido, desde el lugar que decida estar, desde ahí, seguirá influyendo, la Seño Clau, si llegará a ganar, tendría que nombrarlo de embajador en Siberia; si el triunfo, como así será fuera de Xochitl Gálvez, una prisión sería lo mejor. Hasta la próxima.
Jesús Corona Osornio
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Periodista, Psicoanalista, Director de Analítica Lacaniana, autor de El Acento Periodismo. Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión. con más de 37 años ejerciendo el periodismo en México.