Una vez que AMLO abandoné la presidencia, los gobernadores de Morena, esa cohorte que hoy lo venera, correrán a
los brazos de quien haya ganado las elecciones. Así ha sido y será en la historia de la humanidad, la famosa arenga; ¡murió el rey, viva el rey!, para señalar que quien tenga el poder, es a quien obedecerán.
La clase política mexicana es un ejemplo, pasó así cuando Vicente Fox fue elegido presidente, no hubo resistencias, diferente son las cámaras, sin que signifiqué que, en algún momento, puedan llegar a acuerdos.
Sin embargo, se cree, según varios análisis de estudiosos de nuestra política, que podría no ser como lo ha imaginado López Obrador, la hegemonía podría romperse.
Personajes trapecistas en Morena sobran, dar nombres, no alcanzarían las páginas de nuestro diario, pero es posible vislumbrar quienes podrían actuar cual ovejas negras en el rebaño cuatrotero.
En un escenario de triunfo de Morena en la presidencia, la unidad, aunque endeble, sería posible, pensando que no obtuvieran las mayorías ni absolutas ni relativas.
Otro escenario, esté catastrófico para el país; Morena con mayoría absoluta en ambas cámaras, la unidad de la 4T sería casi imposible de romper.
En un escenario ideal, el triunfo de la alianza Fuerza y Corazón por México en la presidencia, y con las mayorías relativas, la unidad de los morenistas, sería sólo utopía.
Vayamos al punto de la traición, más allá de cualquier escenario, los judas los hay en todos los tiempos todos, en todos los partidos en cualquier parte del mundo.
Quién o quiénes serian los primeros en abandonar a AMLO, los más cercanos, dirán algunos, y no les faltaría razón, ya sin poder, su voz se tornaría en un fantasmal eco.
La primera sería Claudia Sheinbaum, de ganar la presidencia, tendría que ejercer su mandato sin lastres y sin imposiciones por mucho que sean de su mentor y creador.
Luego o casi al tiempo, el salinista, camachista y morenista, Luis Marcelo Ebrard Casaubón, quien podría ser Senador y posible coordinador de Morena en esa cámara.
Para nadie es un secreto que Marcelo está construyendo su partido político, tiene recursos, capital humano y mucha experiencia.
Ebrard pronto dará de que hablar, su relación con la señora Sheinbaum, aparentemente ya es de lujo, de acuerdo político, cordialidad y colaboración, pero no es así.
Ambos correligionarios son personajes de experiencia y carácter fuerte, menos pulida y sin la experiencia, Claudia, pero ya colocada en las ligas mayores, mientras que el Chelo es un cuadro experimentado e internacionalista, con un colmillo gigantesco.
Marcelo además guarda resentimiento con Andrés Manuel, se siente engañado, por eso, traicionar no le preocupa, Ebrard será el protagonista del beso de Judas.
Morena se construyo con la militancia de otros partidos, principalmente con cuadros y bases del PRD y del PRI.
Traidores de hueso colorado, personas sin ética y sin ideología, sin ninguna vergüenza incapaces de lealtad verdadera, profesionales de la traición y sicarios de la moral, con esa clase de seres llegaron al poder, de ahí la descomposición del país; no lo dude amable lector, el primer gran traidor a su líder será un exsecretario de estado. Hasta la próxima.
Jesús Corona Osornio
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Periodista, Psicoanalista, Director de Analítica Lacaniana, autor de El Acento Periodismo. Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión. con más de 37 años ejerciendo el periodismo en México.