El chocolate se considera una golosina saludable si se consume con moderación, pero tiene un alto nivel de grasas, lo que hace que tomar más de un par de onzas diarias nos lleve fácilmente al remordimiento. Comerlo con algo más de indulgencia sin sentir que traicionamos a la báscula es la pretensión de un grupo de científicos británicos, que ha presentado una interesante idea en el congreso de la Sociedad de Química Americana -la asociación científica más grande del mundo, con 163.000 miembros-, que se celebra estos días en Nueva Orleans. La tecnología que ha desarrollado este equipo permite fabricar chocolate con zumo de fruta, agua con vitamina C o cola light reemplazando hasta un 50% de sus grasas. Según explican, el chocolate resultante es igual de sabroso, pero mucho más sano y menos calórico.