De mediados de junio a mediados de agosto, el municipio de Nanacamilpa, en Tlaxcala, se llena de turismo, arte y gastronomía para presenciar un espectáculo lleno de luces... de luciérnagas.
En el ejido de San José se realiza por segundo año el Festival Cultural Nacional, que se celebra en el periodo de apareamiento de estos insectos y comprende una de las nuevas opciones de ecoturismo en el estado. Ahí, decenas de guías llevan aproximadamente a 4,000 turistas cada semana para avistar un fenómeno que solo se da en Tlaxcala y en zonas de Nueva Zelandia.
Desde hace aproximadamente cinco años, algunos proyectos turísticos comenzaron a instalarse en los ejidos de Nanacamilpa para permitir el avistamiento de las luciérnagas. Aunque, poco a poco, los insectos bioluminiscentes de la región fueron desapareciendo.
"Desgraciadamente, la zona donde inició el ecoturismo, Piedra Canteada, ofrece un tipo de servicios (como zonas de acampar y cabañas) que generan humo; eso ha provocado que el avistamiento cada año sea menor", explicó Felipe Benítez, ejidatario local que asesora el Santuario de las Luciérnagas.
Por ello, se han creado opciones para cuidar del bosque y de las luciérnagas endémicas que habitan ahí, como recorridos rápidos que superarán los 15,000 visitantes para el final de la temporada, según las proyecciones del ejido de San José, principal zona de avistamiento del estado.
"Tenemos dos años explotando esta zona al turismo, pero lo importante es que no tenemos servicios" que puedan afectar a la macrolampis palaciosi, nombre científico de la luciérnaga endémica de la entidad que fue descubierta hace tres años por un investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).