La Ciudad de México cuenta con una amplia zona de bosques y áreas verdes que representan un enorme potencial turístico y ofrecen la posibilidad de disfrutar de actividades como senderismo, ciclismo, campismo y turismo alternativo sin tener que salir de la ciudad.
Para estas vacaciones de verano, la Ciudad de México cuenta con cuatro rutas turísticas y patrimoniales, entre ellas la “Ruta Verde del Ajusco”, que se ubica en la carretera panorámica Picacho Ajusco, en los límites de las delegaciones Tlalpan y Magdalena Contreras.
La Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec) destacó que estos recorridos permiten promover y fomentar el turismo alternativo en las comunidades y ejidos de la zona rural de la Ciudad de México.
La ruta recorre la reserva boscosa más grande y conservada de la ciudad, ya que la zona del Ajusco cuenta con 920 hectáreas de bosques de coníferas, propicias para las actividades turísticas asociadas con la naturaleza.
Es el mayor espacio verde con que cuenta la Ciudad de México, donde los visitantes podrán disfrutar de gastronomía típica de la zona y la práctica de diversos deportes.
Quienes visiten la “Ruta Verde del Ajusco” podrán disfrutar de la serranía y el bosque a través de la práctica del ecoturismo y turismo de aventura en los parques.
La dependencia agregó que los capitalinos podrán disfrutar de granjas didácticas, ciclismo turístico, tirolesa, campismo, senderismo en distintos parajes, como son El Cofre, el Albergue Alpino, el Valle del Tezontle y el Cantimplora.
La titular de la Sederec, Rosa Icela Rodríguez invitó a los turistas capitalinos y visitantes del interior de la República e internacionales, a conocer y disfrutar el patrimonio cultural y natural de los pueblos originarios y núcleos agrarios de la ciudad.
Para mayor información sobre las rutas, recorridos, ubicación de parques, atractivos naturales y culturales, se puede consultar la página www.sederec.cdmx.gob.mx.
En el caso de la Ruta Verde el elemento integrador será la naturaleza, con productos como ecoturismo, camping, senderismo, circuitos de bicicleta de montaña, renta de equipo para acampar, corredores gastronómicos, mariposario, entre otros atractivos turísticos.
Las rutas turísticas y patrimoniales buscan incrementar el número de turistas y el promedio de gasto que actualmente realiza cada visitante, dinamizar la economía, promover la gastronomía local, crear fuentes de empleo e integrar en la actividad turística a productores, artesanos y comunidades de esas zonas.
En la capital del país existen 85 mil 231 hectáreas de suelo de conservación, donde la normatividad vigente permite el turismo rural y el ecoturismo de aventura; y el 20 por ciento de la superficie total de la ciudad es ocupada por 145 pueblos originarios, conformados por cerca de un millón y medio de personas.