• Apoyar proyectos y actividades turísticas surgidas de las comunidades indígenas para sus territorios.
A iniciativa de los senadores de Morena, Gerardo Novelo Osuna y Ricardo Velázquez Meza, las Comisiones Unidas de Turismo y la de Estudios Legislativos, Segunda, analizan un proyecto de reforma a los artículos 2, 3, 4, 7, 9, 58 y 62 de la Ley General de Turismo.
La idea, es que se establezcan más obligaciones para el Estado, en sus tres niveles de gobierno y para los ciudadanos, a fin de cuidar y conservar el medio ambiente de los sitios turísticos, mares, ríos y playas.
En la exposición de motivos explican que mediante programas educativos y culturales, se debe propiciar el equilibrio ecológico, y uso sustentable de la biodiversidad, fortaleciendo la resiliencia de los sistemas ecológicos y socioecológicos en sitios turísticos.
Según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, (OCDE), el turismo en México representó el equivalente al 8.5 por ciento del PIB, durante 2017. Generó un aproximado de 2.3 millones de empleos directos.
Se plantea que la Federación, conserve y proteja la biodiversidad con programas preventivos y atención a emergencias en desastres ambientales, derivados de la actividad turística, los que puedan poner en riesgo el equilibrio ecológico y afectar la biodiversidad.
También deberá prevenir riesgos por amenazas climáticas, crear medidas para mitigar las emisiones de gases efecto invernadero, y la implementación de medidas para la adaptación ante los efectos del cambio climático.
De igual manera, a través del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, se deberá promover y fomentar los proyectos y actividades turísticas surgidas de las comunidades indígenas para sus territorios, preferentemente en actividad económica no extractiva, conservación de ecosistemas y de paisajes bioculturales.
Los legisladores determinan que los turistas, estarán obligados a dejar de contaminar con residuos y bloqueadores solares las playas, mares y ríos que visitan. No podrán maltratar los elementos naturales e históricos de los sitios a los que asistan.
Argumentan que la estrategia que ha seguido el gobierno mexicano en materia turística, desafortunadamente se ha enfocado en el desarrollo de complejos de costa altamente concentrados. Con ello, es poco probable que ese modelo promueva un crecimiento más incluyente y sustentable.