Abrir una “cajita de Olinalá” transporta directamente a una tierra llena de orgullo y llena de valor guerrerense.
“Guerrero es una cajita pintada en Olinalá, abre pronto la cajita, ábrela pronto ábrela...” así suena la canción del autor Antonio I. Delgado, que a muchos les tocó aprenderla desde pequeños y forma parte del acervo musical colectivo de todo guerrerense. Su letra describe la fisonomía del trabajo artesanal de un baúl elaborado en el municipio de Olinalá, como una metáfora de la mujer oriunda de esta tierra del sur con lo mejor de cada una de sus 7 regiones.
Ubicado en la Región Montaña del Estado de Guerrero, a dos horas y media de Chilpancingo, colindando con el Estado de Puebla, Olinalá (que en náhuatl significa lugar de terremotos), toma su nombre a partir de la abundancia de árboles de lináloe, una fragante madera de color blanco que le da ese aroma único y distintivo de estas conocidas “cajitas”.
El trabajo de laqueado no se limita a la elaboración de baúles y arcones, sino a mobiliario en general y todo elemento decorativo donde pueda hacerse referencia al rayado, pinceleado o punteado en alto y bajo relieve; así como las referencias a figuras fantásticas de la naturaleza como flores y animales multicolores.
La elaboración de estas artesanías requiere de un proceso de producción muy minucioso y de alto valor estético. Se lleva a cabo bajo la tradición y el uso de elementos naturales como piedras calizas, tierras, colorantes naturales y aceites como la chía; los pinceles también son elaborados con materiales naturales como el pelo de gato, plumas de gallina o espinas de huizache o maguey.
El diseño o “dibujo” como comúnmente se le llama, dependerá de la técnica artesanal bajo la que sea elaborado: dorado (combina aplicación directa de color y acabado con hoja de oro), rayado (se aplica segunda capa de color y se raspa con espina de huizache), vaciado (similar al “rayado” se desprende todo el contorno del dibujo con espina de huizache), punteado (una vez rayado el dibujo sobre la segunda capa de laca, las figuras son contorneadas con contrastes de color con finos puntos).
La artesanía de Olinalá engloba la belleza, tradición, legado histórico y cultural del intercambio con Oriente y Europa. Esta técnica, conocida popularmente con el nombre de laqueado, por la semejanza en brillo y textura con los objetos provenientes de Oriente en el Galeón de Manila, representa mundialmente no sólo a Guerrero, sino a México.
Abrir una “cajita de Olinalá” transporta directamente a una tierra llena de orgullo y llena de valor guerrerense.
“Guerrero es una cajita pintada en Olinalá, abre pronto la cajita, ábrela pronto ábrela...” así suena la canción del autor Antonio I. Delgado, que a muchos les tocó aprenderla desde pequeños y forma parte del acervo musical colectivo de todo guerrerense. Su letra describe la fisonomía del trabajo artesanal de un baúl elaborado en el municipio de Olinalá, como una metáfora de la mujer oriunda de esta tierra del sur con lo mejor de cada una de sus 7 regiones.
Ubicado en la Región Montaña del Estado de Guerrero, a dos horas y media de Chilpancingo, colindando con el Estado de Puebla, Olinalá (que en náhuatl significa lugar de terremotos), toma su nombre a partir de la abundancia de árboles de lináloe, una fragante madera de color blanco que le da ese aroma único y distintivo de estas conocidas “cajitas”.
El trabajo de laqueado no se limita a la elaboración de baúles y arcones, sino a mobiliario en general y todo elemento decorativo donde pueda hacerse referencia al rayado, pinceleado o punteado en alto y bajo relieve; así como las referencias a figuras fantásticas de la naturaleza como flores y animales multicolores.
La elaboración de estas artesanías requiere de un proceso de producción muy minucioso y de alto valor estético. Se lleva a cabo bajo la tradición y el uso de elementos naturales como piedras calizas, tierras, colorantes naturales y aceites como la chía; los pinceles también son elaborados con materiales naturales como el pelo de gato, plumas de gallina o espinas de huizache o maguey.
El diseño o “dibujo” como comúnmente se le llama, dependerá de la técnica artesanal bajo la que sea elaborado: dorado (combina aplicación directa de color y acabado con hoja de oro), rayado (se aplica segunda capa de color y se raspa con espina de huizache), vaciado (similar al “rayado” se desprende todo el contorno del dibujo con espina de huizache), punteado (una vez rayado el dibujo sobre la segunda capa de laca, las figuras son contorneadas con contrastes de color con finos puntos).
La artesanía de Olinalá engloba la belleza, tradición, legado histórico y cultural del intercambio con Oriente y Europa. Esta técnica, conocida popularmente con el nombre de laqueado, por la semejanza en brillo y textura con los objetos provenientes de Oriente en el Galeón de Manila, representa mundialmente no sólo a Guerrero, sino a México.