Los pueblos de UE redoblan esfuerzos para seducir a turistas
Los grupos de acción local (GAL) y de desarrollo rural que gestionan iniciativas “Leader” -cofinanciadas por la Unión Europea (UE) con participación pública y privada- apoyan iniciativas para potenciar los atractivos de sus comarcas y pueblos como gancho para visitantes e incluso para nuevos habitantes, aunque sea como segunda residencia.
Frente a la covid-19, numerosos grupos de la Red Española de Desarrollo Rural (REDR) han reorientado los procedimientos de concesión de ayudas para respaldar la adaptación de comercios y empresas turísticas a las condiciones de seguridad sanitaria y garantizar que están libres de coronavirus.
La Red Castellano Manchega de Desarrollo Rural (Recamder) pretende difundir el patrimonio de 884 pueblos en Castilla-La Mancha, con la campaña “Ven y si te gusta, quédate”.
“Estamos convencidos de que la pandemia puede generar una oportunidad de oro, porque hace que las personas que viven en las ciudades miren con otros ojos a los pueblos, se interesen por lo rural y valoren seriamente la posibilidad de trasladarse a vivir allí”, señala el presidente de Recamder, Jesús Ortega.
En Castilla y León, el gerente de la Agrupación Comarcal de Desarrollo de la Montaña Palentina, Manuel Merino, explica que se está reforzando el apoyo turístico y se han diseñado con comerciantes y hosteleros “acciones de dinamización que habrán de poner su acento tras el período estival, cuando baje la curva económica que turismo y veraneo mantienen”.
El ejemplo de la lavanda
A la imagen de la Provenza de Francia -país modelo en el marketing rural-, Brihuega (Guadalajara) ha desarrollado una oferta turística y cultural en torno a sus campos de lavanda.
La seducción violeta genera muchos empleos en tiendas, restaurantes, alojamientos o empresas de transformación en una comarca que cambia durante la floración (la siega termina en la segunda o tercera semana de agosto).
Campo de lavanda en Brihuega (Guadalajara). Efetur/Recamder
El ejemplo de Brihuega -centro de La Alcarria- es “clarificador”, según fuentes de Recamder, porque el ayuntamiento “apostó por recuperar la Real Fábrica de Paños, su recinto amurallado y otros rincones de una villa medieval, que ha multiplicado el número de visitantes y de habitantes”.
Cuenta también con iglesias y conventos cistercienses, cuevas árabes y el Museo de Miniatura del Profesor Max, donde -como describe la oficina de turismo briocense-, el visitante puede encontrar “monumentos a la paciencia”, es decir tallas en un palo de cerilla o copias de obras maestras en una lenteja o en una cabeza de alfiler.
La visita a La Alcarria es, además, una ocasión para saborear su miel y su aceite.
Pueblos de la Montaña Palentina, escenario del Románico
Se dice que Palencia lidera la concentración de templos románicos de España e incluso de Europa. Este arte, junto con los paisajes, son “las joyas” de la Montaña Palentina, al norte, tal y como subraya Merino.
Abarca el Parque Natural del mismo nombre, el Monumento Natural Las Tuerces, el Geoparque de las Loras -reconocido por la Unesco- y el Camino Olvidado a Santiago.
Brañosera (Palencia). Efetur/Manuel Merino
La Agrupación Comarcal de Desarrollo ha potenciado marchas por tramos del camino jacobeo, con Cervera de Pisuerga (centro de referencia románica) o por Quintanaluengos, con su palacio barroco, en colaboración con GAL de León y de Merindades de Burgos.
También ha impulsado la “app” Wosphere, con rutas auto-guiadas.
Sierra del Segura
En la Sierra de Segura en Albacete, al norte de la comarca del río Mundo, ayuntamientos, asociaciones y entidades rurales han sacado adelante un plan de desarrollo de producto turístico, que engloba naturaleza, deporte o cultura.
En el sur de la comarca, encajado entre Jaén, Granada y Murcia, destacan la Ruta de senderismo del Zarzalar o la vía ferrata de Nerpio; al este, el Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima donde nace dicho río.
Del lado cultural, el plan abarca el Castillo medieval de Yeste, el casco histórico de Letur o los pueblos que fueron escenario de la película “Amanece que no es poco”, del recordado director de cine José Luis Cuerda.