Suplicio de viajeros.

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Organizar un viaje implica tomar a consideración “pros y contras”. El prevenir permite disfrutar de un viaje cómodo y seguro; sin embargo, existen “constantes” que se pueden presentar, aún con la anticipación del hecho.


Escasez de habitaciones disponibles, gastos imprevistos, fallas en el vehículo particular, pérdida de equipaje, retraso en los viajes de salida, tráfico, robos, entre otros, son sólo algunos de los contratiempos que los turistas pueden encontrar en camino a su destino vacacional o durante su estancia en él.
Cuando se tiene en proyecto salir de vacaciones hay diferentes puntos que se deben tomar en cuenta: Elegir el destino. Se debe elegir de acuerdo a la economía de cada familia, las actividades que se desean realizar.
Crear un itinerario puede ahorrar hasta un 30 por ciento, ya que se eliminan actividades de acuerdo al presupuesto disponible, así como considerar la distancia.
El viaje debe de ser de acuerdo al presupuesto y hacer las reservaciones con anterioridad. Dejar para el último momento la búsqueda de un hotel, podría resultar en no encontrar habitaciones disponibles en el sitio elegido para vacacionar. Además se considera si el viaje será de descanso o turismo de aventura.
Una vez elegido el destino, se debe tomar en cuenta dentro del presupuesto total, un 10 o 15 por ciento para casos de emergencia e imprevistos. Es “común” que surjan gastos no contemplados como, que algún miembro de la familia enferme y deba ser llevado al médico o exista una falla mecánica si se viaja en auto particular.
Cuando el vacacionista decide su lugar de destino y contempla un gasto, también decide si el viaje se hará de forma terrestre (auto particular o autobuses) o vía aérea. En los recorridos hay puntos que deben considerarse: pago de casetas, gasolina, revisión del buen funcionamiento del automóvil. Este último punto origina muchos de los contratiempos, gastos excesivos o accidentes en carreteras.
Una revisión incluye la verificación del anticongelante, permitirá que el motor no se sobrecaliente; aceite, éste se cambia cada cinco mil kilómetros, pero los expertos recomiendan hacerlo antes de partir, ya que el motor se ve expuesto a un desgaste mayor; aumentar la presión en los neumáticos en un 10 por ciento debido al aumento de carga en el auto, así como verificar que estos no se encuentren desgastados y provoquen el derrape del auto en el pavimento mojado; los frenos, su correcto funcionamiento en balatas, discos y alineación.
Otros puntos a observar son los limpia parabrisas que se desgastan con facilidad en temporada de calor; las luces delanteras y traseras, su funcionamiento es importante ya que las condiciones de viaje pueden variar, día, noche o lluvia.
Caminos y Puentes Federales de Ingresos y Servicios Conexos (Capufe) recomienda a los conductores no manejen cansados o bajo los efectos del alcohol, drogas o medicamentos que provoquen sueño; utilicen todos los ocupantes el cinturón de seguridad, respeten los señalamientos y límites de velocidad, esto como prevención de accidentes.
Contar con la herramienta necesaria para solucionar problemas durante el viaje, permitirá a los viajeros resolverlos a la brevedad; sí mismo es importante llevar dinero en efectivo, los números telefónicos de asistencia vial en carreteras, teléfonos celulares con batería y crédito, si es que en áreas de descanso los teléfonos destinados para solicitar ayuda, no funcionaran o no los hubiera.
Otro punto que causa dificultades a los viajeros en sus automóviles, es la batería. Es de considerar y vigilar el funcionamiento de ésta si se encuentra cercana a dos años de uso (es en promedio su tiempo de vida útil).
Se viaje en automóvil propio o por autobús los accidentes viales, y los congestionamientos serán posibilidades. Para esta época de vacaciones se espera un incremento del 14 por ciento con respecto a la afluencia diaria en carreteras, así como también el avance lento en las casetas de cobro y si varias de sus líneas se encuentren cerradas, representa más tiempo de espera en cada una de ellas.
En los casos de autobuses y vuelos, las líneas exhortan a los usuarios a llegar con anticipación para registrar su equipaje y declarar sus pertenencias. El arribo tardío implica un gasto” doble”. En el caso de vuelos, es recomendable preguntar directamente con la línea cuál es el peso máximo en equipaje, de igual forma, que objetos no se pueden llevar consigo para evitar demoras al abordar.
Otros problemas a los que se enfrentan los viajeros es que su equipaje sea perdido o llevado en otro vuelo. Las fallas mecánicas o reparaciones de último momento, tráfico y mal tiempo, son situaciones comunes que retrasan la llegada o partida del medio por el cual se transporte, afectando la hora de arribo y la propia reservación, la cual podría ser cancelada.
Si no se adquiere algún paquete con servicios y actividades turísticas es probable que al comprarlos en el sitio de destino, su costo aumente o sean víctimas de estafas. De igual manera, la alimentación es un costo que debe considerarse dentro de un paquete, para amortizar su impacto en el gasto durante la estancia.
El uso de tarjetas de crédito es común y práctico, pero no deben liquidarse todos los gastos bajo el precepto “viaje ahora y pague después”. Sólo el 41 por ciento de los tarjetahabientes usa el plástico de manera óptima, es decir, no pagan intereses. En caso de poseer más de una, se recomienda utilizar la de menor Costo Anual Total (CAT).
En caso de robo o extravío, llevar consigo los números de contacto con su banco para reportarlo en seguida, y al pagar, guardar los voucher para posteriores reclamaciones en anomalías por cobros excesivos.
El dinero, tarjetas de crédito o débito, credenciales e identificaciones deben mantenerse en lugares seguros y no llevar todo en un mismo sitio; los turistas tienden a ser blanco de robos y asaltos. Si se llevan objetos de valor, se pueden guardar en la caja de seguridad del hotel.
La mayor parte de los viajeros no contratan el “seguro de viajero” que cubre: Gastos Médicos, Cancelación, Interrupción o Demora de Viaje, Evacuación Médica de Emergencia, Repatriación, Pérdida y Demora de Equipaje, Efectos Personales, Protección de Vuelo, Servicios de Asistencia durante el Viaje, y más. Los costos dependen de las necesidades de quién lo solicita y el tiempo de su estancia.
Ana Laura M. Morales.

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