Luego de la inauguración de la Autopista Durango─Mazatlán, una obra largamente esperada, ya que su construcción comenzó hace más de una década y ha estado a cargo de 3 administraciones federales, la ciudad tendrá la oportunidad para generar mayor riqueza, atraer más inversiones, incrementar el turismo.
Sus 230 kilómetros enlazan al Pacífico y al Golfo de México, y permiten avanzar en la consolidación del eje carretero Mazatlán─Matamoros, que conecta directamente a los estados de Sinaloa, Durango, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
Por lo que la carretera Durango-Mazatlán reduce la distancia de recorrido de 305 a 230 kilómetros. Gracias a su diseño y seguridad, significa un menor tiempo: de 6 a 2.5 horas para los automóviles y de 10 a 4 horas para los camiones de carga.
Considerada como una belleza; la autopista Mazatlán-Durango, se ubica en medio de un paisaje de montañas donde dominan las barrancas y miles de pinos, surge esta supervía, con túneles equipados con alta tecnología y puentes de acero entre los que destaca el Puente Baluarte, una mega estructura y el símbolo de una obra majestuosa, es la obra emblemática del recorrido y está certificado por Rëcord Guiness como el puente atirantado más alto del mundo.
De acuerdo al proyecto técnico, la longitud total de la carretera es de 230 kilómetros, de los cuales 222 constan de dos carriles y ocho kilómetros de cuatro.
Consta de 61 túneles que suman una extensión total de 19.3 kilómetros, mientras que las 115 estructuras -pasos, puentes y viaductos- acumulan 12.5 kilómetros.
Nueve de esos túneles están equipados con tecnología que incluye iluminación, ventilación, equipo para detectar y combatir incendios, así como un túnel paralelo a utilizarse en caso de evacuación.
De acuerdo con datos de la SCT, la autopista inició su edificación en 2001, y se espera que durante el primer año de operaciones el aforo sea de tres mil autos por día, cifra que aumentará a seis mil en los siguientes seis años.