El día de hoy quedará marcado en el calendario de la exploración espacial. Por primera vez, un ingenio hecho por el hombre, llamado Philae, ha conseguido aterrizar sobre un cometa, el 67P/ Churyumov-Gerasimenko. Lo ha logrado después de separarse de una nave espacial, Rosetta, lanzada al espacio hace una década y que el pasado agosto alcanzó la roca espacial. La sonda acompañará al cometa durante el próximo año y medio y el módulo de aterrizaje, si consigue recargar sus baterías con los paneles solares de los que está recubierto, enviará valiosos datos científicos durante los próximos tres meses.