Primera parada de la Autocracia

MINISTROS DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

"AUTOCRACIA: Sistema de gobierno que concentra el poder en una figura cuyas acciones y decisiones no están sujetas

a regulación": “Autocracy, A Glossary of Political Terms”

Hoy, si no nos azota un terremoto, será aprobado en el Senado el Plan B de la Reforma Electoral (PB-RE) propuesta por Andrés Manuel López Obrador. Una desgracia de enormes dimensiones para el país, si es que ustedes señores ministros, no la contienen.

La conducta del presidente es consecuente con lo que es: un populista acogido al “legalismo autocrático”. Lo mismo hicieron con sus respectivos sistemas electorales Víctor Orgán en Hungría; Benjamín Netanyahu en Israel; Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela; Evo Morales en Bolivia… Vamos, hasta en la sólida democracia de EUA, Donald Trump quiso subvertir el orden constitucional. Porque los populistas no tienen realmente ideología ni principios; se tienen a sí mismos y con eso les basta.

 

No hace ni tres días que el inquilino de Palacio afirmó, categórico, en una mañanera, que el PB-RE era una cosa muy simple, pues solo limitaba el sueldo de los consejeros. Con esa narrativa cargada de posverdad y repetida hasta la saciedad ha construido una falsa legitimidad alrededor de la Reforma, enturbiando el debate político y apalancando “su legalidad”.

No es la primera vez que lo hace. Así canceló la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional; no hizo caso a los expertos de su gabinete, sino a una consulta popular que mágicamente coincidió con sus ideas. Tiró al bote de la basura, como si fueran suyos, 300 mil millones de pesos y otros tantos para pagar a los tenedores de bonos.

Así lanzó la Ley Eléctrica, cuyos efectos están por debatirse en paneles internacionales de arbitraje, por el daño generado a los inversionistas; por supuesto, también nos costará costales de dólares.

Así canceló los fideicomisos, algunos tan importantes como el de Desastres Naturales o el Fondo de Gastos Catastróficos para la salud, lo mismo que las guarderías, las escuelas de tiempo completo, el Seguro Popular, el sistema de compras de medicamentos y un largo etcétera.

En todos los casos ha pretextado combatir la corrupción, pero de ellos no ha derivado un solo detenido, ni uno solo. El argumento anticorrupción es, lamentablemente, solo un elemento más de su posverdad, porque nunca ha tenido la voluntad política de enfrentarla.

Y mientras la pseudo ley del Plan B era aprobada, AMLO nos mantuvo enfrascados en el tipo confrontaciones que tanto le gusta sostener. Si los intelectuales, medios, comentaristas y analistas defendíamos el sistema electoral existente, era, según él, porque somos una bola de corruptos. Esa es la trampa de su posverdad: defender nuestra democracia y nuestro sistema electoral es, según él, producto de nuestra perversidad.

Además de las evidentes violaciones a la Constitución y la escasa búsqueda de consenso, nunca explicó cómo se organizarán las elecciones sin el personal del servicio profesional del INE. Se atrincheró en su maraña discursiva de disminuir el gasto, como si la democracia tuviera una etiqueta con el precio.

En todos los casos arriba mencionados, al final del día López Obrador sólo ha llevado a sus seguidores a una enorme confusión sobre lo que verdaderamente es legítimo y legal y lo que no, polarizando aún más a los mexicanos.

Seguramente los diputados y senadores morenistas irán muy contentos a decir: “misión cumplida, señor presidente”... Lo que no consideran es que los populistas usan a sus respectivos partidos hasta que les estorban; ya hicieron el trabajo sucio, ya no son útiles. ¿Para qué la intermediación, si la lealtad de los pejelovers es a la persona, no a las ideas?

Y en cuanto al Poder Judicial, señores ministros, ejemplos sobran de cómo más tarde o más temprano es atropellado por los populistas. AMLO ya hizo un primer intento que no le prosperó, pero no tarda en hacerse de controlar el Consejo de la Judicatura.

Miren, señores ministros, el caso de AMLO es como el huevo de la serpiente; el bicho siempre ha estado ahí y muchos no lo quisieron ver.

No dejen que la serpiente salga del huevo…

Leopoldo Mendívil

Colaboró: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

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