¿Y las fiscalías para cuándo?

DR. RICARDO MONREAL ÁVILA, SENADOR DE LA REPÚBLICA:
"La venganza y la tragedia suelen suceder al mismo tiempo": Jeanette Winterson

Como usted se ha proclamado adalid de la justicia en México, me permito distraer su atención sobre las instituciones donde empieza ese bien tan preciado: la Fiscalía General de la República, las fiscalías estatales y sus impresentables ministerios públicos (MP). 

  La situación es tan grave que ni siquiera en los casos más sonados y mediáticos la FGR ha tenido éxito. En su columna de ayer, mi colega Lourdes Mendoza nos da a conocer que la declaración inicial del exdirector de PEMEX, Emilio Lozoya, fue solo un engaño para obtener el privilegio derivado del criterio de oportunidad. Y como había que dar un golpe espectacular, pues la FGR se fue alegremente con la finta, difamando y lesionando, entre otros, a doña Lourdes

No es éste el primer chasco de la FGR. Podríamos agregar el mal manejo del MP que llevó a la liberación de Abraham Oseguera, alias “El Rodo”, del Cártel Jalisco Nueva Generación, el pasado mes de abril. El informe sobre la detención no coincidió con videos sobre el mismo hecho presentados por la defensa. O podríamos hablar del caso de Juan Collado, donde tampoco pudo la FGR demostrar el blanqueo de dinero durante la venta de la Caja Libertad. 

Ah, pero eso sí, qué tal que la FGR decidió reabrir el caso Colosio… O que mediante un acuerdo ambiguo dio capacidades a los MP para solicitar a las compañías de telecomunicaciones datos sobre llamadas y geolocalización de sospechosos, sin mediar la autorización de un juez… O que decidió no proseguir la investigación sobre Pío López Obrador… O que tampoco ha abierto carpeta de investigación sobre Ignacio Ovalle, exdirector de SEGALMEX, pese a que firmó la autorización para compra de bonos con recursos públicos y era cabeza de la institución cuando ocurrió el megafraude… O, peor todavía, cuando metió a la cárcel a Alejandra Cuevas, la hija de su excuñada, por un delito inexistente en Código Penal… 

Como la quiera ver, don Ricardo, la primera instancia de la justicia no funciona. En lo que va de la presente administración y hasta 2022, “el inicio de investigaciones ha disminuido en una tercera parte, al pasar de 112,917 (309 diarias) a 77,693 (212 diarias),” de cuerdo con un estudio de México Evlúa. ¿Cómo es que hay menos investigaciones si tenemos más delitos?

La FGR se ha ido por el camino fácil, pues de acuerdo con datos oficiales, la mitad de los casos que llevan ante los jueces tienen como delito la posesión de armas y explosivos, porque SEDENA y la Guardia Nacional hacen la chamba de investigación y detención. Por el contrario, los delitos contra la salud apenas llegan a 18%, como si los narcos hubieran abandonado el negocio. En cuanto al huachicol, ese robo de hidrocarburos que hace un boquete a las finanzas públicas, apenas llegan a 4%. 

Las fiscalías estatales dan resultados igualmente malos. Mire, don Ricardo, 90% de los delitos no son denunciados por la desconfianza de la ciudadanía hacia las fiscalías. Al 10% de los delitos y que sí son denunciados, los fiscales no dan una respuesta satisfactoria. Se lo explico con manzanitas: de cada 100 delitos cometidos: 10 son denunciados, 4.5 son investigados y 0.19 llegan a un juez. O sea, la ineficiencia en la impartición de la justica es ¡99.8%! Y eso no es culpa del Poder Judicial.

¿Por qué tan pocos caso llegan a un juez? Porque poco más de la mitad se pierden en el limbo al ser ¡ archivados! “sin que se conozcan los motivos y criterios de pertenencia de esta acción discresional” (México Evalúa, 12/0/2024). Los delitos de feminicidio y homicidio que sí tienen salida judicial son unos cuantos, generalmente los que alcanzan gran difusión en los medios. Esto nos habla de una ineficiencia, cercana a la inutilidad, de la policía de investigación y los ministerios públicos. 

Es tan deficitaria la impartición de justicia a cargo de las fiscalías que ni siquiera aprovechan los mecanismos de justicia alternativa para aligerarse la carga. Apenas 6% de los casos investigados -equivalentes al 0.27% de los delitos cometidos- son resueltos mediante acuerdos entre las partes o la reparación del daño.

No es de extrañar que los fiscales estén felices de poder recurrir a la prisión preventiva oficiosa, mediante la cual entra gente a la cárcel, sin que las fiscalías presenten pruebas sólidas de la culpabilidad. Total, “jusilen, después virigüen”.

A lo que voy, senador Monreal, es que antes de determinar unilateralmente que la reforma al Poder Judicial “va porque va”, empiecen por hacer algo para que se imparta la justicia. 

¿O seguirá usted adelante con la venganza de López Obrador?

Con la colaboración de Upa Ruiz

X: @upa_ruiz

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X: @Lmendivil2015