Fentanilo, más que una mina de oro...

Como sea, el acuerdo está rindiendo frutos, pues ambos países conformaron un grupo de trabajo antinarcóticos y están

intercambiando información constantemente.

DRA. CLAUDIA SHEINBAUM, PRESIDENTA CONSTITUCIONAL DE MÉXICO:

Lo que es parejo, no es chipotudo": Refrán popular

No se trata de ficciones como en serie de TV Breaking Bad, señora presidenta, el reclutamiento de jóvenes por parte de los cárteles en ambos lados de la frontera es una realidad. Y si el gabinete de seguridad no se lo ha informado, jálele las orejas. De hecho, lo que reportó The New York Times el pasado domingo ya lo tenía detectado la inteligencia mexicana desde 2020 y salió a la luz pública cuando Guacamaya Leaks hackeó los archivos de la SEDENA.

El reclutamiento de estudiantes y maestros de Química tiene lógica, empezando por que cada día resulta más complicado para los narcos depender de la cadena de suministro proveniente de China, como quedó demostrado durante la pandemia.

Pero como todos sabemos, doña Claudia, los cárteles son muy ingeniosos; ahora su meta es sintetizar los precursores necesarios para fabricar fentanilo, a fin de liberarse de tener que importar esas materias primas de China; a decir de los entrevistados por TNYT, todavía no lo logran. Como sea y hasta ahora, en México hacen la mezcla, lo cual los hace productores de fentanilo. Y luego por qué los gringos quieren mandar drones a los naracolaboratorios.

Pero como decía al principio, los jóvenes son reclutados por los cárteles en ambos lados de la frontera. Resulta que el tráfico de fentanilo de México hacia EUA ha crecido 1,000%; leyó usted bien, doctora Sheinbaum, mil por ciento en los últimos cinco años, según reportan las fuerzas de seguridad del vecino país. Ello obedece a los cárteles reclutan a jóvenes estadounidenses que vivan cerca de la frontera para que sirvan como “mulas”. No son los migrantes, como dice Donald Trump, los que contrabandean; son chavos gringos, generalmente con problemas económicos que ven una salida fácil.

La introducción de esta droga a territorio estadounidense no es precisamente complicada, porque las pastillas de fentanilo no son detectables por los perros antidrogas; además, dado su tamaño, se pueden contrabandear miles escondidas en cualquier hueco de un auto. Aunado a lo anterior, cuando se trata de vehículos con placas de EUA la frecuencia de la revisión es mucho menor.

Cuando los agentes federales se dieron cuenta de que 80% de los arrestos por tráfico de fentanilo incluían jóvenes estadounidenses, empezaron a jalar el hilo de la madeja. Encontraron que la red de reclutamiento se había extendido a una docena de secundarias de San Diego, California. Si alguno tenía la mala suerte de ser detenido, no había problema para los narcos; rápidamente lo sustituían por otro.

Según datos de la DEA, las muertes por sobredosis de fentanilo por primera vez han disminuido en 14.5%, merced al acceso ilimitado de dosis de naloxona; este medicamento se vende ya sin receta médica y los servicios de emergencia lo tienen a disposición para sacar de la sobredosis a los adictos.

También ha ayudado que los narcos ya tienen más cuidado en la fabricación de pastillas; mientras que en 2021 siete de cada 10 pastillas contenían dosis letales, ahora solo son cinco. En una lógica macabra, pues no les conviene matar a la clientela.

Aun así, el fentanilo es la principal causa de muerte entre las personas de 18 a 45 años, rebasando los fallecidos por arma de fuego y accidentes de tráficos en conjunto. De ese tamaño es el problema.

Como es claro, los narcos van tres pasos delante de las fuerzas del orden de cualquier país y defienden su negocio en proporción directa de las ganancias que les deja el fentanilo. Mire, si en algún momento se incauta un cargamento de heroína, la pérdida es grande porque el costo de reposición es muy alto; hay que esperar a la próxima cosecha, procesar la goma de opio, etc., etc. En cambio, si un cargamento de pastillas de fentanilo es incautado, la reposición es casi inmediata y de bajo costo, eso sin contar que la ganancia por kilo entre una y otra droga tiene una diferencia exponencial.

EUA tiene un serio problema de adicciones y ha tomado pasos al respecto, además de las políticas públicas de salud. En 2023 firmó un acuerdo de cooperación con China para combatir el tráfico de drogas, mediante el cual esta última nación tomó medidas para restringir la exportación de precursores de fentanilo. No es que el gobierno oriental sea el más facilito, pero fue la manera de que EUA sacara de las lista negra a empresas y organizaciones chinas.

Como sea, el acuerdo está rindiendo frutos, pues ambos países conformaron un grupo de trabajo antinarcóticos e intercambian información constantemente. Asimismo, en septiembre pasado, China amplió la lista de precursores bajo supervisión, lo cual no está nada fácil porque varios de ellos se utilizan en la producción de fármacos legales.

China está haciendo su chamba. ¿Y México? De la misma manera que nuestro gobierno reclama a los fabricantes de armas de EUA por la introducción de armas a nuestro país, el gobierno de EUA está en todo su derecho de reclamar al mexicano por la producción de fentanilo en nuestro país. Eso sin contar con que al rato vamos a tener un montón de adictos en nuestras calles.

¿No cree usted?

Con la colaboración de Upa Ruiz

X: @upa_ruiz

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