A lo que voy es que poco a poco, pero de manera incontenible, el número de afectados por este gobierno autoritario,
sobreidologizado y disfuncional alcanzará una masa crítica
LUIS CARLOS UGALDE, DIRECTOR GENERAL, INTEGRALIA CONSULTORES:
Como suelen ser los reportes de Integralia Consultores, el dado a conocer el día ayer bajo el título de “Diez Riesgos Políticos para 2025” no tiene desperdicio. Pero lo que más llama la atención es que siete de esas situaciones conflictivas están siendo provocadas por la propia 4T.
Ante los ojos de todos los mexicanos está la creciente “profundización de un entorno de la concentración del poder”, lo mismo que la muy probable indefensión en la que todos caeremos por la reforma al Poder Judicial. No falta mucho para ver que los capitales se pondrán en stand by por la falta de certidumbre jurídica, afectando con ello nuestra economía y desarrollo.
También muy pronto nos enfrentaremos a una reforma electoral que, so pretexto de reducir las prerrogativas de los partidos, acabe por devolver al gobierno la facultad para organizar y vigilar (¿?) las elecciones. Un golpe mortal a nuestra democracia y, para rematar, la desaparición de los legisladores plurinominales y con ellos la representación de las minorías.
Como bien señala el reporte, sin contrapesos ni organismos autónomos que señalen los errores gubernamentales, la actual administración carecerá de mecanismos e incentivos para la contención y corrección de sus errores.
¿Cómo fue que habiéndose demostrado la disfuncionalidad del primer piso de la 4T la mayoría de la población votó por un segundo piso? Ahí están todas las megaobras, inútiles y costosas; ahí están la pauperización de los servicios públicos, la economía sostenida con alfileres, el crecimiento nulo y la inflación constante. De la inseguridad mejor ni hablemos.
Muchos afirman, Luis Carlos, que el éxito radica en una narrativa cuatroteísta tan acertada que merecería ser caso de estudio internacional. Ciertamente, para cada paso hacia el autoritarismo y la imposición de la ideología por encima del desarrollo auténtico de la población, la 4T tiene un discurso que da en el blanco de los resentimientos de la gente. Así pues, como los mexicanos anhelamos un sistema de justicia expedito e imparcial, pues nos recetan la reforma al Poder Judicial, la cual nunca satisfará dichos anhelos.
No obstante, creo que el asunto va más allá de la narrativa; es más profundo y el estudio “La incomprensión del retroceso democrático”, de Cartohers y Harnet, puede arrojarnos algunas luces (Journal of Democracy, julio 2024).
Los autores analizaron las condiciones sociales y económicas de 12 países, entre ellos México, donde gobiernos populistas e iliberales (con “i” al inicio) llegaron al poder mediante elecciones limpias, pero una vez en el poder se dedicaron a erosionar sus respectivas democracias, concentrar el poder y sobreideologizar sus gestiones.
Pues resulta que este tipo de líderes no fueron elegidos porque la democracia de sus países fuera inaceptablemente ineficiente en su desempeño; de hecho, de las 12 naciones, en ocho de ellas los indicadores de desigualdad, pobreza y crecimiento arrojan cifras s satisfactorias y en cuatro eran estables durante los cinco años previos a las elecciones.
Lo que encontraron Cartohers y Harnet es que en estos países había otro tipo de resentimiento ciudadano; en Polonia, por ejemplo, la gente quería un cambio; en EUA, Trump explotó eficazmente las ansiedades culturales; en nuestro país fueron la corrupción y la inseguridad. Una vez removido el resentimiento, la semilla de la narrativa populista pudo germinar.
Ahora bien, durante el pasado proceso electoral era frecuente ver en las redes sociales la comparación de las cifras alcanzadas por Peña Nieto y López Obrador en varios indicadores fundamentales, como la generación de empleos, crecimiento del PIB, población con servicios médicos, homicidios dolosos, etc., etc., y en todos las del priista superaban a las del morenista, con el agravante de que este último permitió la misma corrupción. Aun así, la mayoría de la población votó por el segundo piso de la 4T, bajo la pobre explicación de que en seis años no se puede corregir todo, aunado -ahora sí- a la eficacia de la narrativa llena de posverdades, así como la polarización y las dádivas.
¿Qué pasará en tres años? Me pregunto si estos elementos serán suficientes para sostener al segundo piso de la 4T.
¿Qué pasará cuando un ciudadano cualquiera caiga en la cárcel por la prisión preventiva oficiosa y se enfrente a un juez inepto? ¿Qué sucederá cuando siga creciendo el número de muertos por no recibir las cirugías o los tratamientos necesarios? ¿Qué ocurrirá con unos padres cuando uno de sus hijos simplemente desaparezca, igual que en la familia de al lado? ¿Qué harán los pequeños empresarios cuando tengan que cerrar sus changarros por el cobro de piso, igual que otro negocio de la misma cuadra? ¿Qué hará el trabajador cuando vea que su fondo del INFONAVIT fue a parar quién sabe dónde?
A lo que voy es que poco a poco, pero de manera incontenible, el número de afectados por este gobierno autoritario, sobreidologizado y disfuncional alcanzará una masa crítica; cada afectado podrá ver que su caso no es aislado ni una mala pasada del destino, sino el común denominador de lo que ocurre a muchos mexicanos.
¿La narrativa, la polarización y las dádivas serán suficientes para acallarlos?
Espero que no.
Con la colaboración de Upa Ruiz
X: @upa_ruiz
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X: @Lmendivil2015