Más allá de que tiene tres enemigos declarados -China, los migrantes y el fentanilo-, Trump va por revivir nacionalismo
estadounidense como parte de su proteccionismo y la expansión de su ya de por sí grande influencia
LIC. JESÚS RAMÍREZ CUEVAS, COORDINADOR DE ASESORES, PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA:
"Nacionalismo: sentimiento fervoroso de pertenencia a una nación; chauvinismo": Diccionario de la RAE
Tú mejor que nadie, estimado Jesús, conoce la lógica de pensamiento de un populista y buleador. Guardando las proporciones, tu exjefe y el próximo inquilino de la Casa Blanca son muy parecidos en su esquema de pensamiento dominado por posverdades, el nacionalismo a ultranza, la polarización y las soluciones tan audaces como simplistas a los grandes problemas.
Así que no veo porqué se hacen tantas bolas y sugieren a la presidenta Sheinbaum respuestas tan inadecuadas a las amenazas de Donald Trump. Si al próximo presidente le hace feliz llamar Golfo de América al Golfo de México es absolutamente intrascendente; tal vez para el consumo local valga la presentación de un mapa del siglo XVI o sugerir llamar América Mexicana a los EUA, pero no es esa la amenaza relevante. Hay otras y muy serias, tanto directas como indirectas.
Más allá de que tiene tres enemigos declarados -China, los migrantes y el fentanilo-, Trump va por revivir nacionalismo estadounidense como parte de su proteccionismo y la expansión de su ya de por sí grande influencia. De ahí surgiría la idea de comprar Groenlandia a Dinamarca, o apropiársela por las malas como parte de su combate a los chinos.
Poco se sabe en México de la importancia geoestratégica de Groenlandia, la cual seguirá incrementándose conforme avance el deshielo por el cambio climático y permitiendo la ampliación de importantes rutas marítimas en la zona; de hecho, ya se le llama La Ruta de la Seda Polar. Por si esto fuera poco, China ha hechos grandes inversiones en Groenlandia en proyectos mineros, además de que existe evidencia de que en la isla hay grandes yacimientos de tierras raras, esas que son necesarias para la electrónica.
Cuando Groenlandia quiso construir nuevos aeropuertos, los chinos de inmediato levantaron la mano. Imagínate una isla que da vía corta a Rusia, con una base militar estadounidense en su territorio y los aeropuertos controlados por China; ¡impensable! Así que Dinamarca se hará cargo de las construcciones, lo cual no quiere decir que China baje su nivel de interés por Groenlandia y toda la zona ártica, pues desde 2018 preparó su “Libro blanco sobe política para el Ártico”.
No creo que Trump llegue al uso de la fuerza para apropiarse Groenlandia, pues según declaraciones del ministro danés de Asuntos Exteriores, Lars Lokke Rasmussen, Dinamarca está dispuesta a realizar una fuerte inversión en tareas de vigilancia y que EUA instale una segunda base militar. Otra alternativa es que EUA sea una suerte de aval económico y de seguridad para la independencia de Groenlandia, asunto que se discutirá este 2025 en el parlamento danés.
Ahora pasemos al tema migratorio.
Solemos pensar que los migrantes son esos mexicanos, venezolanos o salvadoreños pobres que solo buscan “el sueño americano” y que, cuando llegan allá, son trabajadores modelo. Estoy cierto que la gran mayoría de los casos; sin embargo, conviene echarle un ojo al Reporte Anual 2024 de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Resulta que, en su último año, la administración Biden deportó a 271 mil 500 inmigrantes, de los cuales 89 mil ya tenían expedientes criminales; no eran misdemeanor o faltas civiles, sino delitos y hasta recurrentes.
89 mil delincuentes en una población de 11 millones de migrantes es nada (0.89%), pero en números absolutos suena muchísimo, con el agravante de que muchas de las deportaciones están basadas en investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional, las cuales se han orientado a desarticular bandas. Estos datos podrían dar sustento a la xenofobia trumpiana y, en la guerra de narrativas, don Donald lleva las de ganar.
Por lo que hace al asunto de los aranceles, los asesores de Trump ya encontraron que con la Ley de Poderes de Emergencia Económica Internacional podrían decretar aranceles a los productos importados por EUA. La buena noticia es que no serían aplicados indiscriminadamente sino a importaciones críticas; la mala es que de todas maneras se trastornaría el comercio mundial, según lo reveló una nota de The Washington Post.
Al parecer, evitar la generalización de los aranceles obedece a que ésta tendría un fuerte impacto en alimentos y productos electrónicos comunes, lo cual sería resentido de inmediato por la población. De concentrar los aranceles en áreas críticas, hay altas probabilidades de que se afecten las exportaciones de acero mexicano, por tratarse de un suministro industrial de defensa; échale un ojo, Jesús, a la lista de suministros médicos críticos y a materiales para la producción de energía, como baterías y tierras raras.
Por lo que hace a las declaraciones de Trump en el sentido de que México está controlado por los narcos, tal vez no sea totalmente cierta, pero le falta muy poco para serlo. No vale la pena repetir lo que tantas veces he expuesto en este espacio, lo mismo que expertos en seguridad, analistas y otros columnistas respecto de la injerencia de los cárteles en la vida de nuestro país. Y seguir echándole la culpa a Felipe Calderón es de risa, cuando ya transitamos por el primer piso de la 4T.
En fin, estimado Jesús, en vez de ponerse al tú por tú con míster Donald, debieran prepararse para ser más asertivos, con respuestas y acciones que convenzan a la Casa Blanca de que no somos el enemigo.
Con la colaboración de Upa Ruiz
X: @upa_ruiz
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X: @Lmendivil2015